Hace cinco años, pensaba que vivía en una isla.
Una isla de indignación.
Una isla de enfado.
Un islote rocoso de ira, al observar las injusticias sociales y
medio ambientales que a diario poblaban mi realidad de auténtica rabia, por no
poder articular mecanismos que pudieran revertir los procesos de degradación a
todos los niveles.
Inmersos en una crisis civilizatoria, observaba la impasible
sociedad, mezcla entre una España que bostezaba y otra España que moría.
Fue entonces cuando conocí el proyecto de cooperativa política
que es EQUO.
En estos cinco años he conocido y caminado de la mano con tanta
buena gente, que no podría imaginar ya mi vida sin todas ellas, EQUOcompañeras
de todos los territorios, que sin este proyecto nunca hubiese conocido, y peor
aún, que nunca hubiera echado de menos, al no saber de su existencia.
Sin duda alguna, agradecer a los promotores de este proyecto, es
más que un ejercicio de mera educación, es un profundo sentimiento de cariño.
No doy nombres porque seguro que me olvido de alguien, y el proyecto siempre
está y estará, por delante de las personas que lo formemos en cada etapa.
El EQUO de 2011 era un recién nacido en una sociedad que veía
por vez primera en lustros, una llama de esperanza a través del 15M.
Muchas EQUO activistas nos pusimos nombre y cara por vez primera
en esos espacios, aún sin saber que la ecología política uniría nuestros
caminos apenas un mes después, junto a otros grandes luchadores del espacio
ecologista.
Pero ya estamos en 2016, como un suspiro han pasado más de 5
años.
Años de crecimiento personal y político.
Años en los que desde la política local, hemos presentado
mociones al pleno de Rota (Cádiz), la ciudad donde vivo, que han sido aprobadas
a pesar de no tener representación. (Imaginad lo que nos ha costado)
Años de activismo en la calle, con lluvia, con viento, sí ese
viento gaditano que casi nunca cesa, con frío (poco) con Sol (mucho) dando a
conocer nuestro proyecto y propuestas, siempre con una sonrisa cuando el
escuchante apenas sabía articular correctamente el nombre de nuestro partido.
Años de campañas electorales como candidato en las europeas,
generales, autonómicas e impulsando la confluencia en las locales.
Años de recoger experiencias desde la Comisión Ejecutiva Andaluza de EQUO, de la
mano de grandes compañeras de viaje.
Y finalmente, aún mayor aprendizaje en la Comisión Ejecutiva Federal (CEF), y con alguna que otra intervención en Bruselas en jornadas sobre fracking y política energética.
Todas estas experiencias han reafirmado dos principios
básicos que siempre he puesto en práctica:
.- La honestidad, generosidad y esfuerzo, no tejen un camino
recto y sencillo que te haga llegar rápido a tu destino, sino al contrario. Y
eso, amigas, genera un debate interno denominado reflexión, que sirve para
dejar impronta de lo aprendido hasta ese momento.
.- La sonrisa, el cariño, el afecto, la empatía, deben ser las
bases desde las que surja la política del futuro, y son pilares de lo que
entiendo ahora que significa ser verde. Futuro y sonrisa, fraternidad y valentía,
o como decía Petra Kelly, ser tierno y subversivo.
Para transformar la sociedad, hacen falta muchas manos pero un solo corazón,
y personas como Rosa y Florent, que anunciaron hace unos días su candidatura a coportavoces y otras compañeras con las que comparto una afinidad en el modelo de partido,
las formas, el fondo y la manera de transmitirlo, han dado ya el paso valiente, con sus candidaturas a la CEF: Sara, Ana, Mar, Mónica, Elena, Alejandro, Antonio, Alberto,Manuel y
Toni, ¡GRACIAS!
Desde la más absoluta franqueza, pienso que ahora
es el momento de superar el EQUO de 2011, de actualizarse y mirar hacia
adelante. Somos muchas las personas que luchamos y nos esforzamos cada día
desde EQUO por una sociedad más verde, justa y sostenible.
Todo ese trabajo necesita de una estrategia y una visión de futuro. Toda la gente trabajadora, comprometida, incansable, que tenemos en el partido, no
merece sentir que su trabajo no va a ninguna parte.
Para ello debemos superar al menos dos retos:
Estar cohesionados internamente,
y para ello todas las ideas son válidas.
Tender puentes entre las diferentes visiones y velocidades que
puedan existir, se me antoja urgente para conseguir lo importante, ser una alternativa y actor político
independiente, que se presente a través de muchas caras y dialécticas
argumentales holísticas, y no solo ambientalistas.
Y comunicar a la ciudadanía, que los límites del planeta, de las materias primas y la escasez de
energía fósil abundante y barata, además del posible colapso civilizatorio por
causa del cambio climático, son el eje
transversal que mueve toda una batería de propuestas urgentes desde la ecología política a todos los niveles: medio ambiental, social, político y económico.
- generación de empleo verde digno y sostenible a futuro
- fiscalidad realmente progresiva e implacable con los sectores
más contaminantes
- distribución de riquezas contra acaparamiento
- decrecimiento frente a productividad
- participación contra representación
- colaboración versus confrontación
- todo ello desde lo local a lo global.
Sigo recordando con cariño la frase que me atrajo a este
proyecto cuándo nunca antes había intervenido en política: somos ciudadanas
construyendo un partido al que votar.
Y creo firmemente que esa frase debemos tenerla en cuenta en el
día a día, y es el elemento que nos diferencia.
EQUO es, ha sido y será, una herramienta de unión de diferentes colectivos políticos y sociales,
que proponen el cambio de modelo social, económico, político y medio ambiental
que deseamos, y para ello colaboro con cientos de compañeras que trabajan a diario en la Plataforma por un Nuevo
Modelo Energético,Plataforma Andalucía Libre de Fracking, Red Andaluza contra
el TTIP/CETA y Plataforma Andalucía Libre de transgénicos.
Para el cambio de rumbo que hay que emprender, es necesaria la colaboración de todas, convirtiendo en fortalezas todas las amenazas que día a día nos encontramos.
Miles de pies en la calle para seguir reivindicando lo justo, y un pie
en las instituciones donde toman forma de leyes esas reivindicaciones, es más
que una mera declaración de intenciones, es una realidad basada en la presencia de EQUO en el Parlamento Europeo,
Congreso de los Diputados, Parlamentos Autonómicos y arcos plenarios de las
corporaciones municipales, incluso siendo gobierno en Puerto Real (Cádiz).
La Asamblea Federal de
noviembre 2016 será el punto de
inflexión para retomar de nuevo esa ilusión que nos atrajo en 2011, porque el FUTURO SERÁ VERDE O NO SERÁ.
Debemos, compañeras, seguir aferradas a las personas, a sus
ideas, a su esfuerzo, a su generosidad, a su determinación, a su implicación,
en definitiva aferradas a lo que significa la ilusión que nos transmite y
transmitirá SIEMPRE este proyecto político.
No subestimemos la gran oportunidad y responsabilidad que tenemos por delante y soñemos, sin miedo, en el EQUO que queremos:
Un #EQUO2p0 con más #TernuraySubversión
He defendido desde
el minuto uno un EQUO ecologista, horizontal, feminista, animalista,
radicalmente democrático y no productivista, diferenciado del resto de fuerzas
políticas. Y la convicción en estas ideas me mueve a querer seguir trabajando
en la CEF desde la experiencia, la rendición de cuentas, el diálogo y el
esfuerzo desinteresado. Quiero acercar la CEF a las bases: garantizar que la
afiliación conoce el trabajo diario, apoyar a nuestros territorios y saldar la
deuda económica que tenemos con ellos.
Y lo seguiré defendiendo en el futuro con el permiso de todas
vosotras.