He leído AQUÍ una nueva noticia sobre las consecuencias del Cambio Climático, que nos debería poner no sólo en alerta, sino manos a la obra para aplicar medidas correctoras de inmediato.
Y tristemente observo que muy pocos gobiernos y desde pocas instituciones, se están llevando a cabo más que simples ejercicios de escritura al respecto, sin medidas que puedan paliar la realidad que vivimos, porque el Cambio Climático no será una amenaza, YA LO ES.
Las multinacionales, en connivencia con los gobiernos, a causa de las #PuertasGiratorias, en vez de iniciar los procesos que aminoren las causas del Cambio Climático, lo que resuelven es posicionarse como oligopolios para controlar alimentos, agua, energía y materias primas.
La búsqueda de beneficios multimillonarios a través de la avaricia infinita, nos convertirá en esclavos al 99% de la población, rindiendo pleitesía al 1% que controle los recursos básicos, en una suerte de neofeudalismo ecofascista, no ideológico, no religioso, no político sino ecológico.
Por ello se hace más urgente si cabe, aplicar las recetas de la ecología política, para evitar este colapso económico, político, social y medio ambiental, como solución ni de izquierdas ni de derechas, sino desde el sentido común que nos dicta que para no colapsar, debemos cooperar y colaborar en vez de confrontar, debemos aplicar la renta mínima básica y universal, la renta máxima para redistribuir las riquezas, debemos globalizar los derechos y no sólo el comercio, debemos generar y repartir empleos verdes, dignos y sostenibles, en los sectores clave, energía a través de un sistema distribuido y con renovables 100%, producción y distribución de alimentos agroecológicos y de ganadería extensiva, de temporada y de cercanía, recuperar la pesca artesanal que confronte la actual sobre explotación de recursos pesqueros, desplazamiento de personas de manera sostenible mejorando y abaratando el transporte público, cuidado de acuíferos, ríos, lagos y mares, ampliación de bosques y mantenimiento de los actuales, mejorar las viviendas aislando ventanas y paramentos a través de la rehabilitación de edificios mejorando con ello la eficiencia energética.
Debemos convertir la amenaza en oportunidad, vivir mejor dentro de los límites del Planeta y no tener miedo a cambios estructurales, porque de lo que sí debemos atemorizarnos, es del camino a ninguna parte, al que nos dirigen las actuales políticas neoliberales.
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