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lunes, 31 de agosto de 2015

Destrucción a toda Costa

Según recoge el Informe de Medio Ambiente de Andalucía de 2013 elaborado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, el deterioro de playas y mares es uno de los problemas medioambientales más importantes para los andaluces, preocupación que es mayor entre la población andaluza menor de 30 años. 

Seguramente esta preocupación sea consecuencia del rápido deterioro que han sufrido las costas andaluzas en los últimos años. Según el informe de Greepeace “Destrucción a toda Costa 2013” Andalucía con el 36% es la segunda Comunidad Autónoma con mayo porcentaje de ocupación en la franja de los primeros 500 metros de la costa, encabezando el ranking por provincias Málaga con más del 66% de ocupación. Chiclana de la Frontera y Chipiona, en la provincia de Cádiz, están dentro del top de ciudades en las que más rápido se ha destruido su patrimonio natural entre el año 1987 y 2005. Según el mismo informe el 35% de la población andaluza se concentra en la costa, aumentando esta cifra en época estival. A las presiones urbanísticas que ya soporta el litoral hay que sumar entonces las presiones derivadas de las actividades turísticas.

Son muchas las actividades que suponen un riesgo medioambiental para nuestras costas y son continuas a lo largo del año, pero es en verano cuando el deterioro ambiental derivado de la ocupación urbanística del litoral alcanza sus valores máximos. Esto conlleva el aumento de los niveles de contaminación de las playas siendo la contaminación por aguas fecales uno de los índices que más crece en las analíticas de las aguas en verano. La falta de depuración o la inadecuada depuración de las aguas residuales urbanas es un problema que se ve acrecentado por el aumento desproporcionado de la población en los núcleos costeros.

La realización de eventos festivos, como por ejemplo el macro festival “Al rumbo” celebrado en Chipiona-Rota que reúne a más de 40.000 personas, es otro de los focos de contaminación y deterioro que se añaden en esta época estival. Son numerosos los festivales, conciertos y fiestas que se celebran en las playas andaluzas que no cumplen los requisitos legales medioambientales que la ley exige y son nuestros ayuntamientos y la Consejería competente los que tienen el deber de velar por el cumplimiento de los mismos. No es solo un problema higiénico sanitario, es también un problema medioambiental al que en ocasiones no se le presta la merecida atención. El ritmo en el que los residuos acaban en nuestros mares es cada vez más elevado. 

El Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) publicó en el 2014 que el conocido como “séptimo continente”, la “gran sopa de plástico” o “isla de basura” había alcanzado una extensión de unos 3,4 millones de km2, casi 7 veces la superficie de España. Con 22.000 km de circunferencia y una profundidad de 35 metros se estima que su peso estaría sobre los 100 millones de toneladas. De nosotras depende evitar que este vergonzoso continente de basura siga creciendo inexorablemente hasta alcanzar el colapso.
Cualquier cosa en la que estemos interesados, no ocurrirá, si no podemos respirar, comer o beber. Carl Sagan.

*Redacción de Miguel Angel Castellano Megías y Mateo Quirós Hernández


jueves, 13 de agosto de 2015

13 de agosto 2015: La humanidad ha gastado todos los recursos naturales que la Tierra puede reponer en un año

La huella ecológica es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.



En el año de mi nacimiento 1966, la humanidad consumía alrededor de sólo 2 tercios de los recursos naturales disponibles en todo el Planeta. 

El año 1986 fue el último año de equilibrio entre lo que consumimos y dicha regeneración propia.

En 1995 el 21 de noviembre fue la fecha en la que terminamos con todos los recursos.

En el año 2000 consumimos los recursos disponibles el día 1 de octubre.

En 2014 ya los consumimos el 19 de agosto. 

Hoy, 13 de agosto 2015, la humanidad, sobre todo las personas que vivimos en las zonas más ricas del Planeta, hemos gastado todos los recursos naturales que la Tierra puede reponer en un año. 

De aquí a final de año, viviremos a expensas de las generaciones futuras.



Si seguimos esta progresión, en 2030 nos quedaremos sin recursos sobre finales de junio, y nos acercaremos un poco más al colapso ecológico, más injusticias, conflictos, desigualdades, inestabilidad, guerra, violencia...todo para conseguir, lo que la naturaleza nos ha ofrecido de manera generosa, agua, alimentos, oxígeno, materias primas,…, que no hemos sido capaces de poner en valor, ni siquiera en una sociedad capitalista, que pone precio a todo y a todas.

Debe ser que no ha interesado mucho saber el precio de una ave, un reptil, una retama o un mamífero, es más, me atrevería a decir, vistos estos datos, que la vida humana se valora en este sistema, por la capacidad de producir y consumir que tenemos como individuos, y no por el simple hecho de ser una persona humana.

Necesitamos ya casi tres Españas para mantener nuestras necesidades de consumo.

Esto no significa que a partir de mañana no tengamos alimentos, agua, energía o materias primas disponibles, significa que, a partir de mañana dichos recursos los estaremos tomando “prestados” de los recursos que necesitarán las futuras generaciones de nuestra especie para sobrevivir.



Aparte del egoísmo implícito que supone esta situación a nivel moral, el colapso civilizatorio que prepara este escenario, es contrario a lo que cualquier especie tiene firmemente anclado en su carga genética: reproducirse procurando los recursos necesarios a sus descendientes para poder perpetuar su especie.

Estamos inmersos en una profunda crisis que es económica, política, social y ambiental. En suma una crisis sistémica y civilizatoria que amenaza  nuestra supervivencia directamente y  choca contra los límites del planeta, debido a  la quiebra del crecimiento infinito como modelo a perpetuar.


Nuestros gobiernos renuncian a las políticas medioambientales, como si la naturaleza no fuese el sustento de la economía y de la propia vida.




Renuncian a hacer frente al cambio climático y la desertización,  parando en seco la transición hacia las energías renovables.

Gobiernos que no han tomado lecciones de los errores del pasado y siguen profundizando la agresión al paisaje y el territorio, continuando inversiones en grandes infraestructuras para el automóvil, trenes de alta velocidad, manteniendo vigentes los planes urbanísticos desarrollistas que multiplican el suelo ya urbanizado, y poniendo en marcha la legalización y consolidación del fenómeno de urbanización ilegal que ha dejado crecer sin control en las costas españolas.

Gobiernos que no hacen nada para revitalizar los ríos que estamos dejando morir.

Gobiernos que no hacen nada efectivo para detener la erosión y contaminación de nues­tros suelos fértiles y nuestros acuíferos; que no hace nada por disminuir la pérdida de calidad de nuestro aire, la contaminación acústica, lumínica y electromagnética. 

Gobiernos que no frenan, sino todo lo contrario, la plantación en nuestros suelos de alimentos modificados genéticamente, convirtiendo a España en un laboratorio de las empresas multinacionales dedicadas a dicho negocio como Monsanto, Syngenta o Bayer.

Gobiernos, que como el andaluz, aplican moratorias en vez de prohibiciones, a la extracción de gas por métodos de inyección de líquidos contaminantes en el subsuelo,(Fracking), en vez de prohibirlos por y para siempre.

Así las cosas. La Tierra no entiende de apuestas de casino ni de regateos de comerciantes avezados.

                                         ¿Actuamos? ¿O esperamos al colapso? 

                                        Mejor cuidemos el lugar dónde vivimos.
     NO HAY PLANETA ALTERNATIVO,BUSQUEMOS MODELOS ALTERNATIVOS



Os dejo con la entrevista que me hicieron sobre las consecuencias de la celebración de macrofestivales en la zona litoral de Rota (Cádiz),que mucho tiene que ver con el modelo acabado de crecimiento infinito.



"Cerrar los ojos a la naturaleza solo nos hace ciegos en un paraíso de tontos"


                                                                                                         Jacques Coustaeu