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viernes, 23 de diciembre de 2016

Campo de Refugiados de la República Árabe Saharui Democrática: ENTREVISTA

Hace ya más de un año (cómo pasa el tiempo...) de la visita a los campos de refugiados en Tinduf.

Pero en nuestra memoria y en la de todas, no debemos dejar de informar de las condiciones en las que se encuentran las personas (150.000) que allí residen forzosamente, tras 40 años de exilio obligado de sus pueblos y tierras.

Hoy, tras la noticia que el Tribunal de Justicia de la UE, ha confirmado con su sentencia que el territorio del Sáhara Occidental no es parte de Marruecos y que por tanto no pueden aplicarse en este territorio los acuerdos de asociación y de liberalización (incluidos los pesqueros y los agrícolas) entre la UE y Marruecos, debido a su estatuto especial garantizado por la Carta de la ONU, traigo a este blog, la entrevista a mi compañera de viaje a los campos de refugiados del Sáhara, Mónica de la Parte.

Sencillamente GENIAL.




APRENDER DE LA HISTORIA NOS DEBE OBLIGAR A NO REPETIRLA



miércoles, 6 de enero de 2016

Campo de Refugiados de la República Árabe Saharaui Democrática. Capítulo 6 y último: La familia saharui

Este capítulo de despedida de un viaje tan especial, tanto interior, como de reflexión, como de conocimiento de un pueblo, al que sin duda debemos mucho, por el mal causado por acción u omisión, no podía sino versar, sobre la familia que me ha acogido estos días de dura estancia.

Dura por las condiciones climáticas, higiénicas, de pobreza material que se esconden tras la frase, Campo de Refugiados en mitad de un desierto como el Sáhara. Acertaréis con razón a comprender, que no es ni de lejos el mejor lugar del mundo para elegir formar una familia.

Pero amable, cariñosa, cálida, ha sido la acogida y la vida junto a estas personas.

Mucho deberíamos aprender de ellos sobre palabras como respeto, tradición, familia, vecindad, amistad, compañerismo, empatía, generosidad, afecto y tantos adjetivos que no tendría espacio para compartirlos con vosotras.

Realmente se alcanza la sensación de vivir con una segunda familia, que te ofrece más de lo que tiene, y que no descuida un minuto en atenderte.

Los lazos que les unen son fuertes, como lo es la fortaleza necesaria para salir adelante con cinco hijos, sin salario, sin poco que hacer, más que esperar a que llegue la ayuda humanitaria, para una MADRE que se desvive por sus hijos y que atiende a cuantos familiares y vecinos van apareciendo por su casa, apenas unos cuantos ladrillos de adobe, que junto a otro pequeño habitáculo que realiza las funciones de cocina, y otro más minúsculo aún como letrina, componen sus "propiedades" en este mundo.
Casa y letrina
Cocina

Hemos comido, cenado, descansado, con ella, sus hijas e hijos, su hermana y sobrinos, cuñados, cuñadas,primas, primos, vecinas,...,aquello parecía una estación, de tanta gente que iba y venía.
A todos se les ofrece té, y si se quedan a dormir, la cena y desayuno lo tienen asegurado.
No he contado, pero hubo noches que en el pequeño espacio que veis en las imágenes, hemos llegado a dormir más de 15 personas entre el suelo y los asientos que hacen las veces de colchón por la noche. (asientos que ocupábamos los "extranjeros")

Hemos tomado té, ayudado a poner y recoger la mesa, ido de compras con toda la familia, realizado un sinfín de visitas ya relatadas en anteriores capítulos, nos hemos reído en múltiples juegos con los hijos y vecinos, a la luz de una sola bombilla, que alumbra con una batería recargada por el Sol del desierto, a través de un panel solar fotovoltaico de un vecino, y sin necesidad de tableros de juego ni material alguno, pasando unos momentos que permanecerán para siempre en el recuerdo, con la impronta que sólo a veces, empapa tu vida de un sentimiento muy especial.

Pero aún hay más que relatar. En este viaje a los campos de refugiados saharauis, tuve la inmensa fortuna de probar el auténtico pan del desierto.
De manos de la sabiduría de la madre de la familia, recibí un inmenso placer para el gusto y el alma, al ser invitado a este arte tradicional culinario saharui.
Se amasa el pan con harina de trigo, a la vez que se prepara una fogata con la madera existente en la zona (escasa la verdad).
Una vez se termina de amasar, y a la vez el fuego da paso a los rescoldos y cenizas, se crea un círculo de calor con ellos, y se echa la masa en medio.
Se cubre de arena del desierto del Sáhara, y a la media hora tienes preparado un pan de auténtico lujo para el paladar.
Se desmiga y se añade a un guiso de verduras y carne de camello.Se tapa, se espera diez minutos a que el pan absorba la salsa del guiso y...¡¡a comer con las manos!!

                                                         ¡¡EXQUISITO!!









Aquí podéis ver el video de cómo llegamos 13 personas en un Land-Rover al desierto, como se va amasando, cociendo y comiendo este plato típico.


                                  VIDEO

Dejo como último comentario, en el final del último capítulo, a modo de agradecimiento infinito, la mención a mi compañera de viaje, mi amiga, y superlativo ser humano que es, en toda la expresión de la frase,  Mónica de la Parte.
Sin ella no solo este viaje hubiera sido imposible, dado que fue la persona que me lo propuso, sino que sin dudarlo un instante, nada de lo vivido, sentido, observado, reflexionado, hubiera sido igual.
Es de esas personas que brilla con luz propia, que sabe ser y estar, que tiene un don natural para hacer sencilla la convivencia, aún en momentos especialmente delicados y sobre todo, es una persona que no suma, multiplica cada uno de los momentos, logrando que revivan en la memoria una y otra vez.

Además de todo ello, ha sido la persona que ha acogido, junto a su familia, a una de las hijas de la familia saharui, en su amada y bella "tierruca" cántabra. Y para mayor abundamiento de su generosidad, este verano acogerá, de una sola tacada, a los dos hijos menores.

Sirva este reconocido homenaje, como muestra de mi humilde aportación a este viaje junto a tan gran personaje.
Así mismo, reconocimiento a su hija, María, que nos acompañó en este periplo, con sus doce años a cuestas, y que en todo momento fue agradecida y bien educada, en el respeto hacia todo lo que sus jóvenes retinas observaban, nada fácil por cierto, a tan temprana edad, en un lugar y cultura tan diferente, al día a día que está acostumbrada. Valorarlo en su medida.

Mi más reconocido y sincero abrazo a ambas.


"Lo que embellece al desierto, es que en alguna parte, esconde un pozo de agua" Antoine de Saint-Exupery








lunes, 4 de enero de 2016

Campo de Refugiados de la República Árabe Saharaui Democrática. Capítulo 5: El museo de la Resistencia

En este capítulo os hablaré del Museo de la Resistencia, sito en el Campo de Refugiados de Rabuni, donde el Frente Polisario muestra a quienes lo visitamos, cual ha sido la historia real del pueblo saharui en las últimas décadas, a través de diferentes salas repletas de documentación gráfica y escrita.
Entrada al museo

Cartel anunciador del museo












Destacar que es la primera vez que en un museo, me encuentro con tanta cantidad de armas, munición y variados instrumentos militares, confiscados al ejército marroquí y mautitano, que el Frente Polisario guarda como "prueba" de los apoyos internacionales que Marruecos ha tenido en su batalla de lustros, contra el Sáhara Occidental.
Armamento español, francés, alemán, italiano, ruso, norteamericano, isarelí, sudafricano, iraquí, muestra la increíble perseveranza, que un ejército mucho menos armado, ha reunido para rechazar cada ataque, e incluso, derrotar al ejército mauritano, obligando a firmar un acuerdo con el estado de Mauritania, en sus pretensiones no conseguidas, de anexionarse parte del Sáhara Occidental.
Bombas de racimo
Tanques y carros blindados

La historia de la República Árabe Saharui Democrática podéis leerla en el primer capítulo de esta serie aquí.

Por ello no voy a redundar en los hechos, sino en algunos detalles que se muestran en el Museo, a través de algunas de las imágenes captadas por la cámara.

En este famoso mural de la izquierda, se resume tanto la historia del pueblo saharaui, como los líderes que ha tenido.
El primero de ellos Bassiri, lider del Movimiento para la Liberación del Sáhara en los años sesenta, precursor del actual Frente Polisario creado en 1973 tras la desaparición (nunca se hizo oficial su muerte) de Bassiri a manos de la dictadura española.
Aún siendo un niño, recuerdo los telediarios de la época hablando de esta persona como un asesino y terrorista cruel; años después la historia muestra la verdad, y aparece finalmente, como lo que fue, una persona defensora de los derechos de un  pueblo sometido y maltratado.

Si dicha figura es querida y recordada por el pueblo saharui, la devoción y respeto máximo se lo ganó ampliamente, El Uali, licenciado en derecho, fundador del Frente Polisario en 1973, que no solamente fue un gran orador, sino que luchaba en primera línea de todas las batallas. Gran estratega político y militar, no solamente ejercía de soldado y líder carismático, sino que se reunía con políticos de todo el mundo, intentando buscar apoyo para la causa del pueblo saharui.
Escuchando hablar sobre él en los Campos de Refugiados, se siente que su figura realmente ha trascendido a su muerte, ocurrida en el campo de batalla el 9 junio de 1976, que incluso ha sido declarado como día festivo en honor a la memoria de todos los saharuis fallecidos en la guerra.

Desde 1976 hasta hoy, Mohamed Abdelaziz es el presidente en el exilio de la RASD.


En esta imagen se puede observar como, tras un intento de establecer un campo de refugiados en zona anexionada por Marruecos, por parte del Frente Polisario, (foto izquierda), a las dos semanas dicho campo fue arrasado por el ejército marroquí (foto derecha).
Esto ocurrió en 2010, cuando ya la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, de 29 abril de 1991 (25 años cumplirá en breve) establecía la realización de un referémdum para la autodeterminación del pueblo saharaui.
¿Qué se ha hecho? NADA



Este escudo militar del frente polisario contiene una triste historia para los que somos ecologistas.

Tras una batalla contra el ejército marroquí, en la que el Frente polisario venció, se reconquistó parte del territorio.

La celebración de la victoria tuvo lugar bajo un gran árbol  solitario, que aún se erguía majestuoso, en la desolada zona desértica.

Tras unas semanas, el ejército marroquí contratacó, recuperando el control de la zona.
La primera orden del general al mando de las tropas, fue cortar dicho árbol.

Triste gesto de "venganza", que nos recuerda que la guerra y la violencia sólo traen miseria para todas, y cercena el futuro de las generaciones que están por venir.




Termino este resumen con el mural que refleja la situación presente de los territorios ganados en batalla a Marruecos, por parte del Frente Polisario, y por tanto las actuales fronteras de la RASD, bien delimitadas por el muro de la vergüenza,(en rojo la línea que marca su trazado), de 2720 Kms de extensión, defendido por 150.000 soldados marroquís, más de 240 baterías de artillería, 20.000 Kms de alambrada de espino, 7 millones de minas antipersonas, sembradas a lo largo de su recorrido y un coste diario de mantenimiento de 4 millones de dólares. Todo un sinsentido social, económico y político.

sábado, 2 de enero de 2016

Campo de Refugiados de la República Árabe Saharaui Democrática. Capítulo 4: La Sanidad

Continuando con las reflexiones que me deja este viaje a los campos de refugiados del Sáhara, en este capítulo os intentaré acercar como está la situación sanitaria.

Si os habéis parado a leer mis escritos, en los anteriores capítulos he reflejado la falta de medios de todo tipo que se sufren en este desolado lugar del planeta.
Y a nivel sanitario, nada es diferente.

Empezando por el suministro de agua, que ACNUR a través de camiones cisterna, se encarga de repartir a los bidones que cada familia dispone en las calles, ya nos pone sobre aviso que, si la "materia prima" fundamental para la vida, escasea, el resto aún más.

Alcantarillado inexistente, provoca que las aguas y líquidos "sobrantes", se evacúen, en el mejor de los casos, en letrinas familiares, cuando no en las propias calles polvorientas.

Imaginaréis, y con razón, que una de las enfermedades recurrentes tienen que ver con trastornos digestivos y diarreas.
Parte del material médico que donamos en este viaje, son medicamentos para dichos trastornos.

Centro de salud

En el campo de refugiados de El Aaiún, existe un centro médico de atención primaria, dotado por ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), y regentado por dos mujeres, como de costumbre, por mandato del gobierno del Frente Polisario, dedicadas a atender a los enfermos.
Sala de espera

Sala de ACNUR

Consulta


Quirófano


Como observaréis por las imágenes, se trata de un edificio más, de adobe,con cartelería en las paredes, sobre recomendaciones sanitarias, las dos personas antes comentadas y poco más.Y cuando digo poco más, es que ni medicamentos, ni material, se ven por ningún lado. La nula presencia de pacientes, a pesar de las necesidades sanitarias que se observan, me deja entrever, que toda la población es consciente que acudir a resolver cualquier problema médico a este lugar, sencillamente es una pérdida de tiempo.


Si en este lugar no se atiende a los enfermos,entonces, ¿Dónde se les atiende?
Esta pregunta nos lleva como respuesta, al hospital de Rabuni, ciudad y campo de refugiados,capital administrativa del Frente Polisario y desde donde se gobierna la RASD.

Ante nosotros se presenta esta imagen, con una enorme plaza central polvorienta, rodeada de edificios, donde uno hace las veces de URGENCIAS, aunque no dispongan ni de equipo de reanimación, ni morfina ni siquiera salbutamol, para atender problemas respiratorios graves.
Urgencias
Sala de pediatría.  !Sin asientos¡

Una persona nos guia por las instalaciones, y nos va presentando a médicos de cada área. Casi todos, médicos cubanos, que están ofreciendo sus conocimientos como ayuda humanitaria hacia el pueblo saharui.

Pero no tienen medios aquí tampoco. La primera persona con la que hablamos, una doctora en el laboratorio de análisis. Nos cuenta que desde hace meses les faltan reactivos, y que sólo pueden realizar análisis de sangre y orina básicos. Si deben realizar cualquier estudio hematológico o de heces, que requiera un cultivo, no pueden. Y ya he adelantado, que infecciones gastrointestinales están a la vuelta de la esquina...
Laboratorio análisis clínicos

Le toca el turno a la consulta médica, donde un hombre está siendo revisado por un ecógrafo cubano, que nos dice que el diagnostico es insuficiencia coronaria, pero que no disponen de óxigeno,  ni medicamentos específicos para tratar la enfermedad, o al menos darle un respiro al paciente.
En la sala de rehabilitación y fisioterapia existen algunos aparatos, aunque dudo que funcionen, dado que en la sala de odontología, pregunto por los utensilios que existen para la higiene bucal básica, y de todos los que vemos, !!solo funciona uno¡¡

Continuamos la visita por la zona de quirófanos, que no nos invitan a observar, y por el aspecto exterior, hace tiempo no se practica intervención alguna, para llegar al servicio de oftalmología, objetivo personal, ya que llevo unos 40 pares de gafas para donar.
El oftalmólogo, saharui en este caso, me explica como revisan la visión de los pacientes, y los aparatos de que disponen; todos tienen más de 20 años, aunque en general, es la sala que mejor impresión me ha causado.

Finalizamos en la farmacia, otro de los objetivos marcados en la agenda, para donar los medicamentos que llevamos. Como imaginará el lector a estas alturas, también muy desabastecida.
Nos confirman que de los medicamentos básicos, tienen, pero que genéricos y específicos para tratamientos de enfermedades más o menos graves,muchas de ellas agravadas por convertirse en crónicas por falta de tratamiento, no disponen, lo que convierte el circulo vicioso de la sanidad saharui, en algo desolador. Las lluvias torrenciales de octubre la han dejado aún más desabastecida.
Farmacia



El resumen de este capítulo lo describe muy bien uno de los médicos con los que conversamos.
"Vienen los pacientes, los diagnosticamos y los envíamos a Tindouf", por lo que la indignación inicial, pasa a resignación, e imagino que a la impotencia diaria, de quien se ha formado en el "arte" de salvar vidas.

Tanto las ayudas de ACNUR , como de las diferentes ONG ´s, así como de los particulares que por allí pasamos, ni de lejos cubre las necesidades reales que la población saharui, mal nutrida,mal hidratada,escasa en la higiene por la falta de recursos hídricos inerentes al desierto en donde viven y azotada por su implacable clima , necesitan.
Sólo basta un pequeño impulso, en forma de catástrofe natural, como las riadas de octubre 2015, para que el castillo de naipes, en el que se asienta toda la sociedad saharui, se desmorone por todos lados.

"La salud no lo es todo, pero sin ella todo lo demás es nada", Schopenauer.

miércoles, 16 de diciembre de 2015

Campo de Refugiados de la República Árabe Saharaui Democrática. Capítulo 2: Los Campos de Refugiados

Como ya anticipé en el primer capítulo, los más de 150.000 saharauis desplazados de su territorio por las fuerzas de ocupación marroquís, viven repartidos en cinco campos con denominaciones de ciudades del Sáhara occidental: 
El Aaiun, Auserd, Dakla, Smara y 27 de febrero.

Dichos campos se gestionan localmente por parte del Frente Polisario, en un lugar denominado PROTOCOLO, que vendría a ser como el Ayuntamiento. Allí se recibe a los visitantes, se consiguen los visados para salir de unos campos y entrar en otros, se gestiona la salida de los cooperantes, en definitiva, se controlan todos los pasos que das en “su” territorio, básicamente por seguridad del que por esos lares se acerca. De hecho al salir y entrar de los campos, existe un control fronterizo, puesto que el territorio cedido por Argelia, conforma el estado de la RASD actualmente, junto al terreno ganado a Marruecos en la guerra.
Frontera entre Argelia y RASD


Autobús desplazamientos con escolta

La ONU siempre presente en los Campos

Al llegar al aeropuerto argelino de Tindouf, debemos esperar los trámites para poner de acuerdo al ejército regular argelino, y al Frente Polisario, dado que a partir de las 18 h existe toque de queda, y debemos ir escoltados militarmente en todos los desplazamientos.Primero en territorio argelino por su ejército y luego por el saharaui en el suyo.Dicha tarea de coordinación, hace que la espera se alargue en demasía, sobre todo tras casi 20 horas de viaje.
El transporte se realiza en autobuses donados en su mayor parte por España. En concreto viajo en uno donado por la Región de Murcia, y observo otros de antiguas líneas de autobús urbano de Bilbao.Lo que no nos sirve en España, bien por no  cumplir las normas de contaminación, bien por antigüedad, bien por kilometraje, llegan a estos lugares del globo, donde son recibidos como "maná". Pensando egoísta y localmente, puede quedar “bien”, regalar algo que no te sirve, pero que otros pueden aún utilizar.
Pensando globalmente, tengo la sensación de que seguimos actuando sin darnos cuenta que lo que se contamina en una parte del mundo, nos afecta de igual manera, lo veamos o no, ya que la naturaleza está interrelacionada, y para ella no existen fronteras.





Una vez en el campo de El Aaiun, me llevo la alegría de comprobar que los efectos de las terribles lluvias de octubre, no han causado excesivos daños en las viviendas, acaso alguna grieta por aquí, alguna casa derribada por allá. Posteriormente, al hablar con otras personas que han visitado otros campos, vuelvo a la realidad, ya que me informan que tanto Auserd y sobre todo Dakla, tiene entre un 70-80 % de viviendas con daños estructurales graves, o directamente derruidas.
Casa derribada por las lluvias de octubre en El Aaiun

En el Campo de Refugiados se respira pobreza sí, pero no miseria. Las tiendas están bien abastecidas de alimentos, paneles solares fotovoltaicos (fuente de energía junto a las bombonas de gas), ropa, etc, hasta souvenirs para los que allí vamos. Al ver los precios y la poca gente que compra, me doy cuenta que en una economía de guerra, pocos son los que pueden acceder a cualquiera de estos suministros, incluso a la comida.
Calle de las tiendas en El Aaiun
La  vida es sencilla, poco que hacer, empleo regulado casi inexistente, y mucha cooperación y colaboración entre familiares y vecinos. Semanalmente ACNUR (Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados), suministra agua en los depósitos que cada familia tiene junto a otros vecinos, repartidos por los infinitos caminos polvorientos del campo y quincenalmente entrega alimentos que son recepcionados por una familia, que se encarga de repartirlos a las demás. Arroz, lentejas, aceite, cada vez se suministra lo que cada país va donando a través de ACNUR.
Rebaño de cabras

Con ello, más los cientos de rebaños de cabras que en círculos realizados con materiales desechados, se recogen cada noche por las personas que hacen de pastores, y alguna que otra gallina, los saharuis van pudiendo sobrevivir y no fallecer de sed o inanición. Las ONG ´s hacen el resto, enviando y repartiendo material escolar, médico y de primera necesidad.

Depositos de agua rellenados por ACNUR
Y por supuesto, las personas que vamos a visitarles y las familias que acogen a las hijas del pueblo saharaui en España y Europa en los veranos, aportan no sólo algo de sustento económico a las familias, sino que también devuelven parte del mucho cariño y generosidad, a las que somos continuamente agraciados de sentir y percibir.
Casa en la que he sido acogido. El "aseo" a la izda.
El día a día no es nada fácil, no tener acceso sencillo al agua, energía, alimentos conforma una sociedad muy diferente a la que conocemos por occidente. Incluso algo tan sumamente normal como es la recogida de basuras y residuos a diario, simplemente no existe ni está regulado. Las familias acumulan sus basuras, y cada cierto tiempo quedan de acuerdo con otros vecinos, que en una rápida visita al desierto, llevan e incineran en el mismo sus deshechos, quedando un rastro cada vez mayor, que contamina amplias zonas alrededor de los Campos de Refugiados. Insostenible también.
Basura plástica en un agujero

Como imaginareis, la vida resulta tediosa para el que nada o muy poco tiene que hacer. Pero si algo debemos tener en cuenta, es el grado superlativo de solidaridad, de colaboración, de cooperación, que entre todos los iguales tienen.
El SER por encima del TENER.
Todas las noches, la familia que me acoge trae una batería de coche, para conectar la única bombilla que nos ilumina. Dicha batería ha sido recargada durante el día, por un panel solar fotovoltaico de los vecinos que pudieron en su día adquirirla.

Energía renovable, energía positiva, energía de un pueblo culto, educado, gentil, generoso, que valora las relaciones personales por encima de las mercantiles. Un pueblo que merece la pena conocer, ayudar y nombrar hasta el infinito, para que no se convierta en un fantasma del pasado, devorado por una sociedad que no valora lo que somos, sino sólo lo que tenemos.
Casa con suministro eléctrico con panel solar fotovoltaico