INDIGNADO ACTIVISTA, REBELDE SOLAR Y RADICALMENTE DEMOCRÁTICO

martes, 7 de abril de 2020

DECRECIMIENTO, UNA ALTERNATIVA PARA EL FUTURO (1ª parte)

(Publicado en La Voz del Sur el 28 noviembre 2019)

Cómo, porqué y para qué hemos llegado hasta aquí

El pasado viernes 22 de noviembre tuve el placer de asistir en El Cuervo, Sevilla, a la invitación que el Ateneo Arbonaida y la Asociación Laguna de los Tollos me cursó para charlar y debatir sobre el título de este artículo.

Paso a describir en tres entregas, parte de lo que allí se habló durante más de dos horas, para ampliar la información y que así pueda llegar a más personas que puedan ( o no) tener las mismas inquietudes que los asistentes presenciales en dicho encuentro.

Hablar de Decrecimiento me lleva a hablar en primer lugar de Crecimiento.

Basta echar un vistazo a la propia naturaleza, a los seres vivos, y observar que éstos no crecen indefinidamente a lo largo de su etapa vital, ni en el todo ni en parte.

Sin crecimiento inicial no prosperan, no prosperamos, pero tenemos límites cuantitativos y cualitativos, que están en lo más profundo de nuestro ser, en el genoma de cada especie, que dicta hasta cuándo y hasta cuánto debe crecer un tejido, un órgano, un brazo, un ala, y alcanzar la dimensión exacta que ayude al organismo en cuestión a desarrollar una vida plena.


Nuestra sociedad lleva en su impronta, en su genoma, la Economía, como herramienta de transformación, de progreso, de trabajo en cooperación, pero al estar conformada la sociedad por seres vivos, interdependientes y ecodepedientes, la cuestión a abordar es doble,


¿Debe crecer continuamente el consumo para que esta “especie económica” pueda sobrevivir?

¿Puede crecer infinitamente?

La realidad es que nuestro sistema socioeconómico es insostenible y se ha saltado ya los límites físicos y ecológicos del planeta, no es posible crecer infinitamente en un planeta finito.

Los países occidentales han salido de un breve periodo de su historia, siglo y medio más o menos, en que el modelo económico, la paz social y el progreso se basaban en un aumento continuo de las cantidades producidas y consumidas, sobre todo a partir del final de la segunda guerra mundial.

Ello fue posible debido a un ecofascismo encubierto a tres niveles, que ahora con la globalización y repetición del mismo modelo en todos los países y a escala planetaria, se comprueba inviable.

El primero de ellos se basaba en un ecofascismo norte-sur (o también denominado ricos-pobres posteriormente al iniciar las mismas dinámicas los países emergentes, Brasil, Rusia, China, India y Suráfrica), extrayendo energía abundante y barata proveniente de extensas zonas del planeta, combustibles fósiles, carbón, gas y petróleo fáciles de extraer y con una tasa de retorno energético cercana sino superior, a cien veces la energía necesaria para su extracción.

Materias primas y minerales de todo tipo, eran encontrados y distribuidos a lo largo del planeta para satisfacer las necesidades de unos pocos, incluidos alimentos producidos en grandes extensiones forestales, reconvertidas en tierras de cultivo tanto para ganadería como alimentación humana, todo ello con mano de obra barata en pos de la productividad, generando miseria y desigualdad en muchos lugares del mundo.

Todo lo anterior también, sin reparar en los cambios producidos en los ecosistemas, en el agotamiento de recursos hídricos, o en la contaminación producida por residuos de todo tipo, que ha conllevado aparejada la aniquilación o disminución en número de individuos de otras especies, lo que da lugar al segundo ecofascismo, entre especies.


El tercer nivel nos muestra nuestra responsabilidad con las siguientes generaciones, que debería ser cuidar de nuestra descendencia, ofreciéndoles al menos un hogar amable para vivir con recursos no contaminados, donde puedan desarrollarse.

En el año de mi nacimiento, 1966, se utilizaban dos tercios de los recursos naturales que pueden regenerarse en un año, en 2019 se han utilizado todos a finales de julio, esa es nuestra huella ecológica, la necesidad impulsada por una economía de crecimiento infinito de usar más recursos de los que disponemos, y que da lugar al tercer ecofascismo, el intergeneracional.

Todo este proceso de supuesto crecimiento infinito se puede explicar con la metáfora del horno y la tarta.


 Si soy un repostero, y puedo conseguir cada año más ingredientes baratos para cocinar una tarta, y la energía necesaria para cocinarla es abundante y también barata, conseguiré que la tarta sea más grande, y por tanto en el reparto, aumentar mi trozo del pastel (beneficios económicos del capitalismo conservador, liberal y neoliberal), además los pequeños trozos a repartir entre la ciudadanía encargada de extraer los ingredientes y la energía, serán también mayores (beneficios sociales de la social democracia y socialismo).
Esto ha funcionado muy bien 150 años debido a los tres ecofascismos, pero nos hemos dado de golpe con los límites del horno (planeta), y ya no puede crecer más la tarta, la energía para cocinar empieza a ser más escasa, cara, difícil de extraer, y con menor tasa de retorno energético, y además los ingredientes para cocinarla están contaminados por los residuos generados en el pasado.
Por si esto fuera poco, las siguientes generaciones han avistado como les va a quedar el horno: sucio, sin energía, y sin ingredientes.

Por todo ello, tanto la paz social y ambiental conseguidas durante la breve etapa del crecimiento infinito se quiebran, dado que para seguir aumentando los beneficios económicos, no sirven las recetas basadas en el crecimiento.

Por ello se inicia a principios del siglo XXI, un nuevo proceso económico en el reparto de la tarta, quitando pequeños trozos de la misma a muchos, para seguir aumentando los beneficios de unos pocos, que ven con recelo que su parte del pastel ya no aumenta por causa de los límites del horno (planeta).

¿Qué trozos nos han sido hurtados? La respuesta está en la cascada de recortes en derechos sociales, sanidad, educación, dependencia, justicia, aumento de precios en transporte, energía, agua, alimentos, aderezados con leyes mordaza por si alguien se atreve a solicitar en voz alta su parte de la tarta, además del ataque a las instituciones más cercanas a la ciudadanía como son los Ayuntamientos, prácticamente inoperativos debido a la ley Montoro, la regla de gasto, la ley de racionalización y sostenibilidad municipal y la tasa de reposición de personal.


(continuará…)


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domingo, 5 de abril de 2020

Relatividad y política ante el 10N


(Publicado en La Voz del Sur el 31 octubre 2019)

Viene a mi memoria la frase de aquel gran científico de cuyo nombre sí quiero acordarme, Albert Einstein, en la que afirmaba con total rotundidad, que si pretendes obtener resultados diferentes, no puedes realizar siempre las mismas acciones.

Estando completamente de acuerdo con tal afirmación, a nivel político en el presente, no me cabe ninguna duda que ante las elecciones generales (segunda parte) del 10 de noviembre, si las personas electoras apuestan por la misma acción que en abril, obtendremos el mismo resultado, es decir, elecciones” tercera parte”.

Pero como si de una trilogía de epopeyas se tratase, siempre hay opciones que pueden ayudar a conseguir resultados diferentes, y quizás el batir de las alas de una pequeña mariposa Verde, pueda generar un tifón político al otro lado del 10N, que apueste por políticas valientes que actúen de inmediato ante el reto de las crisis que nos rodean.

Y ello pasa en primer lugar, por dejar de escuchar los cantos de sirena de aquellos que para solucionar los problemas, proponen las mismas acciones de siempre, (y por tanto volveremos a cosechar los mismos resultados), frente a lo que ellos consideran las principales crisis a resolver: económica, laboral, política y social.
Que si la industria del petróleo de Algeciras y campo de Gibraltar generará más empleo, que si la llegada de más megabarcos a Cadíz aportará más ingresos, que si nuestro litoral debe enladrillarse con más hoteles y resorts de lujo para mejorar la economía, que Navantia debe tener más carga en construcción de superpetroleros y barcos de guerra, que si las bases militares de Rota y Morón mejoran el PIB provincial,…, todo falso en boca de falsos profetas que lo que pretenden es arrimar el ascua a sus beneficios económicos a costa de todo y de todos.

Si algo de lo anterior tuviese una pincelada de realidad, no viviríamos ni conviviríamos en la región de Europa con mayores tasa de desempleo, de paro juvenil, de obesidad infantil, de absentismo escolar, en una región amenazada con las inundaciones por la subida del nivel del mar, la salinización de acuíferos, la sequía y la precariedad laboral de los que aún quedan aquí, y no han tenido que buscarse la vida lejos de nuestra provincia.

Las crisis reales que hay que atajar, de las que emanan las anteriores, son la climática, energética, ecológica y ambiental.

Esta misma semana nos siguen llegando informes científicos que alertan de la subida del nivel del mar por causa del Cambio Climático, informe realizado por Climate Central, organización estadounidense que agrupa a numerosos científicos que investigan el cambio climático y sus efectos en la población, en los que indican que nuestra provincia será fondo marino en la desembocadura del Guadalquivir, que más de 200000 españoles y españolas seremos migrantes por dicho motivo en 2050, y que más de 300 millones de personas lo serán a nivel mundial.

Para evitar estas amenazas hay que empezar a tomar medidas serias, no son necesarias más palabras ni pinceladas verdes en los programas, se necesitan políticas valientes que actúen ya ante la Emergencia Climática, y Más País-EQUO las llevará a cabo tras el 10N con tu confianza y apoyo.

No nos duelen prendas en abordar la realidad, y proponer ante la crisis ecológica medidas de apoyo a la soberanía alimentaria, a la mejora de la salud a través de alimentos ecológicos, de cercanía y de temporada. Apoyar la minería urbana para poner en valor aquellos materiales que hoy acaban en vertederos. Impulsar los comercios locales frente a la globalización de la miseria en la cadena de producción, basada en la productividad entendida como menores salarios y peores condiciones de trabajo.

Proponer ante la crisis ambiental, un sistema de retorno de envases que disminuya los residuos a la vez que revierta económicamente en aquellas personas que más y mejor reutilizan y reciclan, además de impulsar el compostaje de la basura orgánica con la puesta en marcha del quinto contenedor, con medidas fiscales de descuento en los impuestos y tasas de basura a quienes lo utilicen.

Proponer ante la crisis energética que no son ni galgos ni podencos, es decir que la prioridad no es debatir si el sistema eléctrico debe gestionarse de manera pública o privada, sino de manera que la ciudadanía pueda autoproducir su energía y vender sus excedentes a la red, lo que conllevaría un enorme rebaja en la factura de combustibles fósiles que hoy día aún pagamos, a pesar de ser la región de la Europa continental con más horas de sol al año, y una zona azotada por fuertes vientos aún desaprovechados en pequeñas instalaciones aerogeneradores de energía.

Y en definitiva, como nos pide la juventud en las calles, abordar la acción climática como eje transversal de todas las políticas.
Desde la austeridad y no el austericidio, dotando de fondos para realizar la transición ecológica a través de una profunda reforma fiscal que garantice tasas impositivas realmente progresivas, además de recaudar más de quienes más contaminan.
Desde la cooperación y no la confrontación, haciendo del diálogo permanente una virtud, para conseguir encontrar y formular puentes que desde la diversidad desarrollen políticas capaces de revertir la situación.
Desde el feminismo y la igualdad en derechos de todas, con políticas activas en cuidados, en una sociedad que envejece, y cuyo sistema de pensiones debe blindarse en la Constitución.
Con una renta básica universal incondicional que asegure unos mínimos ingresos familiares, que aporten garantía hacia el futuro, ese futuro desde donde miles de ojos de aún no nacidos nos observan, y nos imploran que actuemos de manera decidida y urgente desde el presente, para ofrecerles al menos, la misma oportunidad vital que tuvimos nosotras y nosotros, y de disfrutar de un planeta con plenos recursos.
Porque no hay planeta B, Más País EQUO es la alternativa verde que cuidará del que tenemos, a partir del 10N.

Mateo Quirós Hernández
Candidato al Congreso por Cádiz en la coalición Más País-EQUO


sábado, 4 de abril de 2020

Decíamos ayer


(Publicado en La Voz del Sur el 10 octubre 2019)

Decíamos ayer…en mi artículo de opinión titulado ¿Realmente estamos ante una emergencia climática?, que el viernes 27 de septiembre, el mundo globalizado se enfrentaba a una jornada histórica, la que representaba la convocatoria de huelga a nivel mundial por el clima, que se convirtió en nuestro país, en la mayor movilización climática registrada, para exigir a las autoridades pasar de las palabras a los hechos.

Y por si esto fuese poco, el pasado lunes 7 de octubre en Madrid, observé con ilusión, el impulso de cientos de activistas que acamparon de forma pacífica en distintos puntos de la capital, para reclamar una respuesta política y una acción inmediata, ante el estado de Emergencia Climática en el que se haya nuestro país. 

Las devastadoras inundaciones, los grandes incendios y el aumento de la contaminación son algunos de los efectos del calentamiento global que ya sufrimos en 
España, uno de los países europeos que se verá más afectado por la crisis climática si no se adoptan medidas de choque de inmediato. 

Y no, nada se está haciendo desde las instituciones, ningún Gobierno acomete respuestas contundentes a las demandas de las decenas de miles de personas en el presente, que serán millones en el futuro. 

Si España es uno de los países más afectados por el cambio climático, Andalucía es uno de los territorios más afectado por la crisis climática, por ello es urgente adaptar nuestra economía a los escenarios de escasez de agua o subidas del nivel mar esperados para nuestra tierra, y la atención al fenómeno migratorio será un problema a la inversa, ya que las propias andaluzas y andaluces lo seremos en breve, teniendo que buscar acomodo hacia tierras más septentrionales.

Así mismo la agricultura y el sector turístico, fundamentales en nuestro PIB andaluz, no podrán hacer frente a las amenazas sino se pone en marcha un pacto de estado para la emergencia climática.

Transformar la sociedad con una transición ordenada, que afronte las crisis climática, ambiental, ecológica y energética, en el poco tiempo que nos queda según los informes científicos, no es tarea sencilla, pero desde EQUO Verdes pondremos todo nuestro esfuerzo y empeño por explicarla y llevarla a cabo, trabajando desde la coalición Más País-EQUO.

Porque el fracaso del bloque progresista para llegar a un acuerdo de gobierno, en plena situación de emergencia climática, debe ser desbloqueado, y debemos llegar a un gran pacto de estado para hacer frente a las enormes amenazas de la emergencia ecológica y social , que suponen a su vez un enorme reto, frenando el desempleo aprovechando nuestros recursos energéticos limpios y sostenibles como son el Sol y el viento, apostando por la soberanía alimentaria y la agroganadería ecológica y extensiva, promoviendo la movilidad sostenible con un plan de choque que se adapte a las necesidades de inversión en mejora del transporte público y la electrificación de la red de distribución de personas y mercancías, y entre otros nichos de empleo verde, el uso de nuestros residuos como recursos, a través de la economía circular, generando compost urbano a través del quinto contenedor, apostando por la reparación frente al modelo de usar y tirar, reducir los desechos plásticos y aprovechar los de vidrio, con el sistema de depósito y retorno de envases que premia a quienes reciclan en el contenedor verde y amarillo.

Para ello hay que llenar el Congreso de políticas verdes, sin  maquillajes, logrando que por vez primera en la historia, se constituya un grupo verde en el parlamento nacional.

Más de medio centenar de compañeras y compañeros, candidatas y candidatos de EQUO en la cita electoral del 10 de noviembre, reafirmamos nuestro compromiso con el feminismo, el pacifismo y el ecologismo, para poner la transición ecológica, la justicia social y ambiental, y la radicalidad democrática, en el centro de las políticas del país, en la coalición Más País-EQUO.

viernes, 3 de abril de 2020

Hablemos de huellas


(Publicado en La Voz del Sur el 3 octubre 2019)

Hablemos de huellas, de una extremadamente importante: la huella ecológica.

Este es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.
En el año de mi nacimiento, 1966, la humanidad consumía alrededor de sólo 2 tercios de los recursos naturales disponibles en todo el Planeta. 
El año 1986 fue el último año de equilibrio entre lo que consumimos y dicha regeneración propia.
En el año 2000 consumimos los recursos disponibles el día 1 de octubre.

En 2014 ya los consumimos el 19 de agosto.

Y este año 2019, el 29 de julio, la humanidad, sobre todo las personas que vivimos en las zonas más ricas del Planeta, hemos gastado todos los recursos naturales que la Tierra puede reponer en un año. 
De aquí a final de año, viviremos a expensas de las generaciones futuras, endeudándolas sin derecho alguno, consumiendo lo que ellos no podrán permitirse jamás.

Debe ser que no ha interesado mucho saber el precio de una ave, un reptil, una retama o un mamífero, es más, me atrevería a decir, vistos estos datos, que la vida humana se valora en este sistema por la capacidad de producir y consumir que tenemos como individuos, y no por el simple hecho de ser una persona.

Necesitamos casi tres Españas para mantener nuestras necesidades de consumo y si el resto de seres humanos vivieran con el mismo modelo como el que vivimos hoy en España, necesitaríamos 2,1 planetas Tierra para sostener este sistema.
Esto no significa que a partir de mañana no tengamos alimentos, agua, energía o materias primas disponibles, significa que, a partir de mañana dichos recursos los estaremos tomando “prestados” de los recursos que necesitarán las futuras generaciones de nuestra especie para sobrevivir.

Aparte del egoísmo implícito que supone esta situación a nivel moral, el colapso civilizatorio que prepara este escenario, es contrario a lo que cualquier especie tiene firmemente anclado en su carga genética: reproducirse procurando los recursos necesarios a sus descendientes para poder perpetuar su especie.
Estamos inmersos en una profunda crisis de la que pocos hablan, que no sólo es es ecológica, también ambiental, energética y por supuesto climática, y todas ellas engendran las crisis de las que sí, todos hablan, política, económica, social, laboral. 

En suma una crisis sistémica y civilizatoria que amenaza  nuestra supervivencia directamente y  choca contra los límites del planeta, debido a  la quiebra del crecimiento infinito como modelo a perpetuar.

El capitalismo se basa en un modelo de desarrollo, no sustentado en la capacidad de producción y reposición de riqueza de nuestro territorio, sino en el esquilmamiento de sus recursos y en la economía especulativa de casino.
Nuestros gobiernos renuncian a las políticas medioambientales, como si la naturaleza no fuese el sustento de la economía y de la propia vida.

Renuncian a hacer frente al cambio climático y la desertización,  ralentizando en lo posible la transición hacia las energías renovables, para mayor beneficio del oligopolio eléctrico.

Gobiernos que no han tomado lecciones de los errores del pasado y siguen profundizando la agresión al paisaje y el territorio, planeando inversiones en grandes infraestructuras para el automóvil como la autovía Cádiz-Huelva, más trenes de alta velocidad y menos regionales o de cercanía, manteniendo vigentes los planes urbanísticos desarrollistas que multiplican el suelo ya urbanizado, y poniendo en marcha la legalización y consolidación del fenómeno de urbanización ilegal que no ha dejado de crecer sin control en las costas españolas.

Gobiernos que no hacen nada para revitalizar los ríos que estamos dejando morir como el Zumeta en Jaén.

Gobiernos que no hacen nada efectivo para detener la erosión y contaminación de nues­tros suelos fértiles y nuestros acuíferos, como en nuestra emblemática Doñana.
Que no hacen nada por disminuir la pérdida de calidad de nuestro aire, la contaminación acústica, lumínica y electromagnética. 

Gobiernos que no frenan, sino todo lo contrario, la plantación en nuestros suelos de alimentos modificados genéticamente, convirtiendo a España en un laboratorio de las empresas multinacionales dedicadas a dicho negocio como Monsanto y Bayer, que son lo mismo.

 ¿Actuamos ya, o esperamos al colapso? 

Como no hay planeta B, debemos buscar modelos alternativos hacia una transición urgente y justa de la economía, desde el modo de alimentarnos, desplazarnos, consumir, producir energía, hasta cerrar el círculo en una sociedad sin apenas residuos, consiguiendo que vuelvan a ser recursos. 

La ecología política tiene propuestas para ello, y EQUO Verdes las defiende en las instituciones y en la calle.


jueves, 2 de abril de 2020

¿Realmente estamos ante una emergencia climática?


(Publicado en La Voz del Sur el 26 septiembre 2019)

Esta semana, el viernes 27 de septiembre, el mundo globalizado se enfrenta a una jornada histórica, la que representa la convocatoria de huelga a nivel mundial por el clima.

¿Huelga por el clima?

He vivido en mis 53 años huelgas por la mejora salarial, mejoras en los horarios laborales, por las condiciones de seguridad en el puesto de trabajo, por el mantenimiento del empleo, para mejorar la salud de las trabajadoras en sus centros, impulsadas por un sector o sindicato en concreto o mejoras impulsadas por todos, pero, ¿por el clima?

Informes científicos nos alertan de las graves consecuencias del cambio climático en nuestras vidas, presentes y futuras.

Temporales cada vez más virulentos y con una periodicidad mayor, incendios extremos avivados por velocidades cada vez mayores del régimen de vientos, sequedad desértica en muchas zonas, incluida nuestra Andalucía, olas de calor que matan personas, subida del nivel del mar que inunda ciudades y comarcas enteras, cual Atlántidas del presente.

Informes económicos nos alertan de la pérdida de empleos por estas causas, agricultores y ganaderos arruinados, cosechas enteras perdidas, propiedades privadas y públicas engullidas por los océanos, bajadas masivas en el PIB, enormes gastos públicos para contrarrestar sus efectos, aún mayores si ponemos en marcha la maquinaria y herramientas demasiado tarde.

E informes sociales nos hablan de los enormes flujos migratorios desde las zonas costeras hacia el interior, la lucha por el vital recurso del agua entre las personas y las guerras por ella entre los estados, pérdida de vidas ante temperaturas más altas e incapacidad de protegernos ante enfermedades ahora circunscritas a ciertas regiones del planeta, que se globalizarán.

Todos estos informes provienen de instituciones que poco pueden ser acusadas de ecologistas radicales, el panel intergubernamental para el cambio climático de la ONU, la más alta institución mundial para los refugiados ACNUR, además de numerosas universidades americanas y europeas que envían periódicamente sus estudios a los gobiernos de ambos lados del Atlántico.

Llegados aquí, si estamos o no viviendo una emergencia climática es decisión del lector, lo que es evidente es que debemos ser responsables, y aconsejados por todos estos informes, actuar de manera inmediata para protegernos a nosotras mismas, aunque se puedan tener dudas razonables.

¿Quién, cuando se le detecta una posible enfermedad grave, entiende que el informe médico es erróneo y hace caso omiso?
¿Acaso si te informan que el piso de arriba del edificio en el que vives está en llamas, te vas a dormir a tu cama?

Actuar con responsabilidad y de manera urgente, además implica mejorar la vida de las personas, porque una de las primeras medidas a adoptar sería aprovechar nuestros recursos energéticos, limpios, baratos y renovables, en una transición energética, que apueste por la eficiencia para bajar la demanda de consumo, cerrando las centrales de carbón en 2025, continuar el cierre de las nucleares hasta 2030, año en que la producción debería ser 100% renovable, distribuida en manos de cientos de miles de personas que autoconsuman su propia energía, y comercializada por los municipios además de por las empresas. Todo ello tendría un millonario impacto favorable, ¿se imaginan si dejamos de tener que gastar la mayor parte de los 50.000 millones de euros públicos en importaciones de gas y petróleo cada año? Recursos económicos suficientes para financiar esta transición. Por no hablar de la mejora de nuestra salud al evitar los impactos contaminantes del fuel, carbón, y gas, en el aire que respiramos, la tierra que nos alimenta y el agua que bebemos.

Así mismo el modelo de transporte merece una revolución en línea con la mejora de la salud y el clima, apostando por la reducción del coche con combustible fósil, aumentando los esfuerzos por mejorar frecuencia de paso y abaratar el transporte público, subvencionar el coche eléctrico compartido, fomentar con premios en el salario el uso de bicicleta y a pie para ir al puesto de trabajo, regular de urgencia el uso de Vehículos de Movilidad Personal, aumentar los trenes de cercanía, y volver a impulsar el tren regional en detrimento de la alta velocidad, cara e inamortizable.

Sin duda el modelo agropecuario también debe iniciar una transición, porque somos lo que comemos, y actualmente la Política Agraria Común no defiende el clima, ni a los agricultores o ganaderos, ni defiende una gestión del territorio sostenible, ni cuida de nuestra salud. Apoyar a pequeños agricultores ecológicos, ganadería extensiva y acuicultura, que mejore la calidad de nuestros suelos, la gestión del territorio, la salud de las personas, y reduzca las emisiones, en base a aumentar el consumo local y de productos de temporada, añadiendo valor a los productos, comarcalizando industrias de transformación de alimentos, envasadoras, conserveras, que actualmente brillan por su ausencia en Andalucía, a pesar de nuestra enorme producción agraria, ganadera y pesquera.

miércoles, 1 de abril de 2020

Movilidad Sostenible, la transición hacia otro modelo de transporte urbano


(Publicado en La Voz del Sur el 17 septiembre 2019)

Esta semana se celebra en muchas ciudades europeas, españolas y andaluzas la SEMANA EUROPEA DE MOVILIDAD, iniciativa que surgió en Europa en 1999 y a partir del año 2000 contó con el apoyo de la Comisión Europea.
Se celebra cada año, del 16 al 22 de septiembre, realizando actividades para promocionar la movilidad sostenible y fomentando el desarrollo de buenas prácticas y medidas permanentes, que en muchos casos se quedan en efímeros intentos.
Cada año se busca un lema principal y el de 2019 es caminar y pedalear de forma segura.
EQUO, como partido verde en España, apoya e impulsa desde su inicio esta actividad, pero además, buscamos desde las diferentes instituciones, que se haga realidad su objetivo, y sean por fin, MEDIDAS PERMANENTES, las que nos permitan transitar hacia un modelo de transporte realmente amable y sostenible en el futuro inmediato.

Seguro le suena al lector el proyecto Madrid Central, la zona de bajas emisiones que el gobierno de la capital instauró en la anterior legislatura, y que regula la circulación y aparcamiento en el centro de la ciudad, dependiendo del nivel de generación de contaminantes de los vehículos.
Sin embargo lo que quizás el lector no sepa, es que la responsable de dicho proyecto fue mi compañera de EQUO, Inés Sabanés, concejala de medio ambiente en el gobierno de Madrid.
Esta medida es perfectamente extrapolable a cualquier municipio, tenga las dimensiones que tenga, e incluso en muchos municipios de dimensiones más reducidas que la capital de España, nuestra apuesta va en línea de crear espacios urbanos libres del tránsito de vehículos a motor, donde peatones y bicicletas tengan preferencia, generando ciudades más amables, menos ruidosas, donde las personas puedan pasar más tiempo, y por tanto el comercio local se vea favorecido mejorando sus ratios de venta. Es palmario, barrios peatonalizados aumentan las ventas del pequeño comercio en un 20%.

EQUO ha demostrado que sus propuestas las convierte en realidad allí donde ha tenido oportunidad de gobernar, como en Puerto Real la legislatura anterior, donde se pusieron en marcha Caminos al cole seguros y amables, cuya finalidad es promover y facilitar que niños y niñas vayan a la escuela caminando, de manera autónoma, sin necesidad de ser acompañados en coche y transitando por un itinerario seguro.
Además la localidad gaditana tuvo el honor de convertirse en 2016 en la primera Ciudad 30 de Andalucía, reduciendo la velocidad máxima permitida a 30 km/h en su casco urbano, mejorando con ello el nivel de ruidos, disminuyendo los gases contaminantes y luchando contra el cambio climático, reduciendo el riesgo de atropellos y dando una mayor fluidez al tráfico generando menos atascos.

Otra medida permanente que impulsamos es el proyecto Al cole en Bicibus, donde las AMPAS gestionan que el alumnado se desplace al colegio en grupos con sus bicicletas, reduciendo los repetidos atascos que se producen en las puertas de nuestros colegios a la hora de entrada y salida de la jornada escolar.


Añadir que no sólo el desplazamiento alternativo y sostenible, viene (ni vendrá), exclusivamente de la bicicleta, pues son muchas ya, las personas que disponen de vehículos de movilidad personal (VMP) eléctricos, y pocos los ayuntamientos que tienen regulado su uso.  Trabajamos para que se incluyan dichos vehículos en las Ordenanzas de tráfico, de uso de vías ciclistas, o bien en una ordenanza propia, pues sin duda, son parte del futuro modelo de transporte urbano, que debe basarse en una cuádruple alianza:

1.-A pie
2.-En bici y VMP
3.-Vehículo compartido
4.-En transporte público

Este último debe mejorar, y mucho, en nuestra provincia, no sólo en calidad del servicio y eficiencia, sino también en frecuencia de paso y precio.
Tanto los ayuntamientos como el Consorcio de Transportes, deben velar por traducir las reducciones de muchos costes sociales, ambientales y económicos, en el precio del billete, y ello aumentará exponencialmente su uso.
Hablamos de mejora en la salud de las personas y en el medio ambiente, aumento del empleo local en conductores y personal de mantenimiento, ahorro económico en la factura de importación de combustibles que no tenemos, ahorro energético y de emisiones de gases en línea con los acuerdos de París firmados por España para luchar contra el Cambio Climático.

Y por último, una de las medidas que irremediablemente siempre queda “aparcada”, generar en nuestras ciudades bolsas de parking, con lanzaderas de autobuses eléctricos con frecuencias de paso de pocos minutos, y redes de alquiler de bicicletas, incluido en el título de transporte.
A la vez, drástica disminución de espacios de aparcamiento en el resto de la ciudad, aumentando el espacio para peatones.
Estas medidas cerrarían el círculo virtuoso de todas las demás, porque existe un axioma, si no tienes expectativa de aparcar el vehículo en tu destino, buscarás medios alternativos de transporte.

martes, 31 de marzo de 2020

Ustedes dormían, nosotros soñábamos.


(Publicado en La Voz del Sur el 12 septiembre 2019)

Agradezco enormemente a La Voz del Sur, el hueco que me ofrece como columnista de opinión, ventana que abro hoy con la ilusión del que inicia un nuevo curso, sin saber cuan tortuoso será el camino, o que retos afrontará en cada recodo.
Como maestro de primaria, recuerdo esas mariposas en el estómago que nunca desaparecen ante el primer día de clase, cuando enfrentas el reto de aprender de tus nuevos alumnos, la misma cantidad de enseñanzas que intentarás inculcar, en un ejercicio educativo complejo y completo, que no siempre se consigue.

Quizás el titular de este primer artículo, resuene en la memoria de algún lector, sobre todo de aquellos que peinen canas y hayan sentido pasión por un deporte, que esta semana vuelve a estar presente en nuestros hogares, bares, charlas y corrillos, como es el Baloncesto y el mundial que se está disputando en China, que vuelve a ofrecernos la satisfacción de las victorias, que nuestra selección siembra cada semana, para volver a recolectar un metal que se ha convertido ya casi en una tradición.

Pero en los setenta no era así, nuestro nivel era mucho más humilde, hasta que una generación de jóvenes irrumpió casi de la nada, y en aquel lejano ya agosto de 1982, consiguió la primera victoria en partido oficial contra Estados Unidos en el mundial de Colombia, un partido que escuchamos por la radio, y leímos en la prensa, dado que la señal de TV simplemente no llegaba.

Y este titular, fue el que en diario As, el periodista Martín Tello, firmó en su crónica de tal hazaña, ya que por aquello del cambio horario, la madrugada era el horario habitual de aquellas batallas baloncestistas que nos engancharon a ese deporte de por vida.

Titular que podría servir en 2019, para explicar la realidad social y ambiental que afrontamos, y la falta de información veraz que aporte conocimiento, para poder siquiera intentar impulsar alternativas que nos den una oportunidad de solventar las diferentes crisis que cercenan los propios pilares de nuestra sociedad.
Muchos dormitan sin saber o sin querer conocer, unos pocos soñamos con hacer realidad las propuestas que cambien el rumbo de nuestra nave evitando el inminente impacto del que somos avisados por los abrumadores datos de informes científicos, y todos somos necesarios para conseguirlo.
Porque cuando tu casa está en llamas, se inunda, o un ser querido enferma, actúas ante dicha Emergencia de manera ágil y eficiente, no te quedas durmiendo.
Y estamos ante una Emergencia Climática, somos la primera generación en saberlo y la última en poder ponerle remedio.

Hoy mismo el diputado de EQUO en el Congreso, Juan López de Uralde ha solicitado que España declare la emergencia climática, como así hemos solicitado en el pleno de Rota, y ha sido aprobada nuestra propuesta por unanimidad en el pleno de Puerto Real.

Iremos desgranando propuestas en próximos artículos, que hagan frente al reto de esta emergencia, que a la vez es una oportunidad para vivir mejor, generando empleos dignos y de futuro, potenciar nuestros recursos naturales renovables y sostenibles, reducir los residuos y convertirlos en recursos, comarcalizar la producción de alimentos y bienes de consumo, mejorar la eficiencia y ahorro energético en la movilidad de personas y productos, cuidar de nuestros suelos, bosques y campos para mejorando su salud mejorar la nuestra, gestionar de manera eficaz el consumo de agua y cuidar de nuestros ríos, playas y zona litoral, todo ello desde las propuestas que la ecología política ya está desarrollando en muchos lugares de Europa.

Porque no hay planeta B, debemos cuidar el que tenemos, nos va la vida en ello.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Después del 10N, reflexiones y valoraciones de un candidato

Tras una corta pero intensa campaña electoral, llega el momento de realizar valoraciones desde varias perspectivas, geográficas, políticas y numéricas.

Iniciando por el ámbito más cercano, el de la localidad donde vivo, Rota, la valoración no puede sino ser positiva, dado que la ecología política sigue avanzando pasito a pasito gracias a la coalición Más País-Equo, y las propuestas que defienden la salud de las personas animales y medio ambiente crecen en apoyos, y ya son la apuesta de 280 personas en la localidad, a las que nuevamente agradezco la confianza depositada en nuestro colectivo verde, son casi el doble de los apoyos obtenidos en las elecciones municipales de Mayo de este año, última cita valorable al concurrir como EQUO, y no en la coalición Unidas Podemos, como en los comicios de abril.

A nivel provincial queda demostrado que los resultados no han sido satisfactorios, quedando lejos del reparto de escaños, aunque 11000 votos para ser la primera vez que Más País-EQUO concurre en la provincia, suponen casi el triple que la primera vez que en EQUO concurrimos a unas elecciones generales, en noviembre de 2011, cuando obtuvimos 4300 votos.

Igualmente extrapolable la valoración a nivel andaluz, donde la coalición verde se sitúa como la primera fuerza más votada que no obtiene representación, algo que ha ocurrido ayer en no pocas de las 18 provincias en las que la papeleta verde estuvo presente, que fue elegida por casi 600000 personas, y que por las paradojas de nuestro sistema electoral, el 51% del apoyo obtenido, no ha servido para la consecución de representación en el Congreso.

Seguramente de haber presentado candidatura en todas las circunscripciones, estaríamos hablando casi un millón de votos, y casi la misma representación obtenida, 3 escaños en total, dos por Madrid y 1 por Valencia, lo que vuelve a dar cuenta del injusto sistema de reparto de escaños que contempla nuestra ley electoral. Véase el ejemplo, con todos mis respetos por el gran trabajo realizado, de Teruel existe, que con menos de 20000 votos obtiene representación.

Además se demuestra a nivel nacional, como hemos advertido en la campaña, que la repetición de elecciones no resolvería las claves del entendimiento de un posible gobierno progresista. Queda constatado que no se puede depositar la esperanza en repetir elecciones para responsabilizar a la gente de lo que la clase política no es capaz de realizar. 

Si bien la caída y subida de unos u otros partidos de ambos bloques en número de escaños, no resuelve la ecuación, es cierto que la ultraderecha sigue avanzando posiciones, con el claro peligro que entrañan las formaciones políticas que apuestan por el miedo, la xenofobia y el odio como manera de entender la sociedad.

Espero que se haya aprendido la lección, y que se haga fuerte entre los partidos progresistas, el concepto de que mejorar la vida de la gente, animales y entorno natural, están siempre por delante de los intereses de las siglas, al menos así parece entreverse con la firma del pacto de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, 48 h después del proceso electoral, tras seis meses sin llegar a acuerdos, lo que demuestra la irresponsabilidad de unos y otros durante el verano de 2019.

Más País-EQUO estará siempre dispuesto a ello como repetimos en campaña, con los tres escaños conseguidos nuestros votos apoyarán que se pueda conseguir un gobierno lo más estable posible, aunque a fecha de hoy, las cuentas no salen en primera votación de la investidura, que requiere 176 votos favorables al candidato.

Quizás en segunda vuelta, que requiere más votos favorables que en contra, la posibilidad de conformar gobierno, tras la obtención del PP en Vizcaya de un diputado más en detrimento del PNV, puede ser la siguiente:

.- El bloque de centroizquierda, PSOE, UP, Más País-EQUO, PNV, PRC, BNG, CC y ¡Teruel Existe! lograrían 169 síes.
.- El bloque conservador, liberal y de extrema derecha, PP, VOX, C,s, NA+, junto a los nacionalistas catalanes JXCAT, vascos de EH-Bildu, y los anticapitalistas de la CUP obtendrían 168 noes.
.-Si los 13 diputados de ERC se abstuvieran como hicieron en julio, Sánchez sería investido presidente con un apretadísimo resultado de 168 noes frente a 169 síes, y 13 abstenciones.
Veremos como se materializan estos números en breve.

Para finalizar, en respuesta a los comentarios de muchas personas del entorno de Unidas Podemos, en cuanto a la división del voto en la izquierda por la libre y legítima concurrencia de la coalición verde a estas elecciones indicar que la candidatura de MásPaís-Equo-Compromís-Cha ha obtenido casi 600.000 votos en las 18 provincias en las que presentaba candidatura.
De un rápido cálculo observando los resultados, se deduce que si Más País-EQUO hubiese sumado sus votos a los de Unidas Podemos, con la salvedad de que es enormemente arriesgado afirmar que todos los votantes que han votado a Más País-EQUO estarían dispuestos a votar a Unidas Podemos, el resultado en las 18 provincias es el siguiente:

En Madrid Podemos obtuvo 6 diputados en abril, y ahora se queda en 5 y Más País aporta 2, mejorando la suma por separado.
En Alicante la suma de ambas formaciones obtendría un escaño más del único obtenido ahora por Unidas Podemos.
En el resto de provincias la suma no aporta escaño extra, aunque en Cádiz, Málaga, Barcelona y Bizkaia queda cerca de obtenerse, en el resto de circunscripciones, Granada, Sevilla, Zaragoza, Las Palmas, Tenerife, Castellón, Valencia, Coruña, Pontevedra, Baleares, Asturias y Murcia, queda lejos.

Es decir, en una de las 18 provincias hubiese habido un mejor resultado conformando una sola papeleta, obteniendo un escaño extra, aunque en otra, Madrid, el resultado mejora la concurrencia por separado, por lo que creo que queda demostrado objetivamente, que entre lo que se escribe y se cuenta, y la realidad, suele haber un enorme océano de demagogia.

En vez de buscar las respuestas en el voto unificado y útil, mejor le vendría a la coalición Unidas Podemos, donde encuentro gran número de compañeras y compañeros muy válidos, honestas y trabajadoras, buscar los motivos de la bajada de votos de su formación en otras costas, y no en las playas de sus adversarios más cercanos, de hecho en las provincias donde Más País-EQUO no presentaba papeleta, puede comprobarse que Unidas Podemos pierde más de un punto porcentual de media, lo que demuestra claramente que la bajada de voto en Unidas Podemos no es achacable a Más País EQUO.

jueves, 26 de septiembre de 2019

Más verde, más libre, más justa, más digna: Más País.


De nuevo en EQUO Verdes, estamos llamados en estos días, a decidir cómo nos presentamos a la repetición de las elecciones generales el próximo 10 noviembre.

Y sí, tenemos el mismo dilema existencial desde 2015, cuatro años pasados entre apoyar confluencias amplias, aprobado en diferentes asambleas federales, autonómicas y algunas locales, y la presentación de candidatura propia como sujeto político verde, independiente y con un programa, ideario y propuestas desde la ecología política, como ya decidimos presentarnos en Andalucía en las autonómicas, y en la provincia de Cádiz allí donde tenemos asambleas locales, a saber, Puerto Real, Rota y Tarifa.

Y sí, tengo mis dudas, pero hago la siguiente reflexión en varios apartados:


1.- En nada se parece la propuesta realizada en coalición por Más País, a la decisión de 2015 en las elecciones andaluzas, donde fuimos dentro de otro partido, Podemos, como independientes, sin asesores, sin comunicación propia, sin marca, sin reparto económico.

Ahora se ofrece ir en coalición, con visualización de marca EQUO en candidatos, en la cartelería de campaña, el logo EQUO en la papeleta electoral, con personas de EQUO en la dirección de la coalición, en la dirección de campaña, en la dirección de comunicación, en la dirección del grupo parlamentario, con asesor asegurado en el Grupo Parlamentario si este se consigue, con reparto de recursos económicos, y según las primeras encuestas, con 1 diputadx asegurado por Madrid.

2.- El programa político está por hacer, y Más País espera de EQUO que sea quien articule las líneas del proyecto, verde, feminista y ecologista, en definitiva, lo que siempre quisimos y por unas u otras razones no hemos conseguido trasladar a la ciudadanía desde EQUO.

Podemos Andalucía en 2015 se apropió de nuestro programa, no trabajamos juntas nunca, no hubo ni una sola reunión.

3.- La velocidad en la toma de decisiones no nos gusta, es contra natura de cómo construimos los verdes, desde la reflexión y el debate, con plazos muuucho mayores, pero es lo que hay, la política a veces te pone un tren en la estación, y las dudas de a dónde va surgen, como es lógico, pero a pesar de estar escaldados con el tren Podemos, la actitud inicial en Más País es completamente diferente, y el argumento político y programático que se anuncia, es hacia el espacio verde, huérfano en España a pesar de nuestra existencia, por tanto me pregunto si coger ese tren verde y ser parte de su recorrido futuro, o dejar pasarlo e intentar construir otro tren verde diferenciado desde EQUO.

Quizás si no lo cogemos ya no se pueda construir, o quizás si lo cogemos, acabemos disueltos dentro. No tengo respuesta a futuro, pero sí estoy seguro que la ciudadanía va a ver a Más País como la opción verde, y prefiero construir desde dentro ese espacio a no poder construirlo nunca

4.- Observando el conjunto, no sólo los puestos en Cádiz u otras provincias, aunque estoy convencido que debería aparecer papeleta verde en todo el estado, ya que EQUO somos una organización implantada en todas las provincias, entiendo y reflexiono políticamente sobre el camino y objetivos de la ecología política, que no es otro que implementar nuestras propuestas en la sociedad.

5.-¡Claro que quiero un EQUO fuerte, que se presente con candidatura propia en el futuro!
Pero ahora lo que se decide es sobre la concurrencia el 10N, y temo que aquellos que han querido hundir nuestro pequeño barco verde desde dentro, lo consigan muy pronto, yendo en candidatura propia, acabando sin representación, sin medios financieros, sin sede, sin votantes.

6.- Observo y veo una opción en Más País, primero para no desaparecer por inanición, segundo para estar desde el inicio en un proyecto que se está elaborando y nos permite co-construirlo, y tercero, ganamos tiempo para reconstruir nuestro partido sin los disidentes que han fracturado el proyecto, que ya han hecho pública su marcha, sea cual sea el resultado democrático y legítimo de las bases de EQUO, así pues, por fin, se podrá desarrollar nuestro proyecto con las premisas iniciales.

Reconstruirnos y ser más fuertes en futuros procesos, está en marcha con la V Asamblea Federal, que sólo será el punto de partida de lo que queramos ser, pero si no conseguimos alguna capacidad económica, algún micrófono que nos de altavoz, algún atisbo de poder cambiar esta o aquella ley, me temo que será reconstruir en la nada, con otro proyecto verde en ciernes, que probablemente nos hará desparecer.

Por eso, estratégicamente, para conseguir seguir existiendo y tener al menos una oportunidad, creo a 26 septiembre 2019, que la mejor opción para el futuro de EQUO es concurrir con Más País el próximo 10 de noviembre.

El tiempo dará y quitará razones.

martes, 4 de junio de 2019

Manifiesto EQUO, ocho años después del 4J

Así empezaba el manifiesto de la fundación de EQUO, emitido el 4 de junio de 2011, ese documento que nos (me) enamoró, y me (nos) impulsó a dar el salto activo en la política:

"Vivimos una profunda crisis económica y ecológica, social y política, en el mundo y en España. Es una crisis sistémica y una crisis de valores, que exige iniciar la transición hacia un sistema basado en la sostenibilidad ambiental, la equidad social y la participación política activa".

Sin duda el reencuentro de gran parte de la familia verde en España, era y es, un asunto que transciende la política, va más allá de querer ocupar un espacio huérfano de votantes (tan de moda hoy día), observa y resuelve que "desde los planteamientos de la ecología política, la equidad social, la defensa de los derechos humanos y la regeneración democrática y ética", debemos construir otro modelo de sociedad, que se ajuste a los límites físicos del planeta, estado, región o comarca, en todas sus facetas y quehaceres diarios.

El amparo obtenido un par de años después por los verdes Europeos, designando oficialmente a EQUO como miembro del PVE (Partido Verde Europeo) en España,  daría o así debería ser, un reconocimiento a esta cooperativa política con ese membrete global, como elemento superador de aquellos verdes locales o regionales que en su día firmaron el manifiesto 4J.

Nacido al albur de las movilizaciones de aquel radiante y cálido mayo del 2011, en plena efervescencia del No hay pan para tanto chorizo, o el mantra No nos representan, parecería obvio que el discurso narrativo y propositivo verde, basado en los tres pilares ideológicos que proyectan un cambio radical (porque van directos a solucionar la raíz de los problemas), como son el pacifismo, feminismo y ecologismo, tendrían o así deberían haber tenido, un efecto multiplicador en la esperanza de aquellas miles de almas que poblaban las calles y plazas por toda España.

Porque si algo enamora del manifiesto 4J es la sencillez narrativa y la posibilidad real de cambio, en un momento inigualable para ello, convirtiendo a la justicia social (para las personas del presente) y ambiental (para las personas, animales y naturaleza futuras) en postulados sobre los que construir esa sociedad nueva, "frente a las políticas de los partidos tradicionales, EQUO propone recuperar la política como un instrumento de transformación y gestión pública y colectiva que dé respuesta a las pequeñas necesidades y grandes aspiraciones de las personas y la sociedad para hacer posible la felicidad cotidiana dentro de los límites ecológicos del Planeta."

Felicidad, ser feliz, y además, cotidianamente, es un paradigma que rompe (o debería) con muchas de las premisas que se nos inculcan desde niñxs, en un sistema basado en consumir ferozmente, contaminando y esquilmando los recursos, haciendo infelices a otrxs, tanto en el presente como en el futuro.

Ahí hemos (he) tenido la primera dificultad para que el discurso del manifiesto haga caer las fichas de manera fluida y sencilla, porque ni es fluido ni sencillo explicar e inculcar en otros valores, en otras actitudes, que nadan contracorriente al constante fluir de la engrasada, a base de millones de euros diarios, sociedad del consumo.

Esta era denominada por algunos científicos como Antropoceno, en dudoso honor al ser humano tecnológico, capaz de generar cambios a escala planetaria, dejando atrás la era del Holoceno, da signos evidentes de colapso, y ello por sí mismo no sería sino un acicate para que los postulados verdes tuvieran no sólo presencia en las instituciones, sino de estar cerca de gobiernos locales, autonómicos, estatales e incluso europeos. 

8 años después, las calles y plazas resurgen en griteríos, esta vez de la juventud que clama y reclama acción contra el cambio climático, una de las cuatro enormes crisis que nos acechan, junto a la energética, ecológica y ambiental, y que bajo el imprevisible liderazgo de una adolescente sueca, Greta Thumberg, nos debería dar alas propias, para desde el movimiento verde, rememorando el manifiesto del 4J, refundar EQUO, para junto al resto de la familia verde Europea, que empieza a conseguir relevancia política en muchos países, asumir el reto y a la vez el compromiso, que adquirimos todas las que nos enrolamos en esta nave hace ya 8 años, apostar firmemente por la transformación ecológica, social, ética y democrática de la sociedad, porque algo hemos tenido siempre claro, es "tiempo de acción y no sólo de palabras".