(Publicado en La Voz del Sur el 12 septiembre 2019)
Agradezco enormemente a La Voz del Sur, el hueco que me
ofrece como columnista de opinión, ventana que abro hoy con la ilusión del que
inicia un nuevo curso, sin saber cuan tortuoso será el camino, o que retos
afrontará en cada recodo.
Como maestro de primaria, recuerdo esas mariposas en el
estómago que nunca desaparecen ante el primer día de clase, cuando enfrentas el
reto de aprender de tus nuevos alumnos, la misma cantidad de enseñanzas que
intentarás inculcar, en un ejercicio educativo complejo y completo, que no
siempre se consigue.
Quizás el titular de este primer artículo, resuene en la
memoria de algún lector, sobre todo de aquellos que peinen canas y hayan
sentido pasión por un deporte, que esta semana vuelve a estar presente en
nuestros hogares, bares, charlas y corrillos, como es el Baloncesto y el
mundial que se está disputando en China, que vuelve a ofrecernos la
satisfacción de las victorias, que nuestra selección siembra cada semana, para
volver a recolectar un metal que se ha convertido ya casi en una tradición.
Pero en los setenta no era así, nuestro nivel era mucho más
humilde, hasta que una generación de jóvenes irrumpió casi de la nada, y en
aquel lejano ya agosto de 1982, consiguió la primera victoria en partido
oficial contra Estados Unidos en el mundial de Colombia, un partido que
escuchamos por la radio, y leímos en la prensa, dado que la señal de TV
simplemente no llegaba.
Y este titular, fue el que en diario As, el periodista
Martín Tello, firmó en su crónica de tal hazaña, ya que por aquello del cambio
horario, la madrugada era el horario habitual de aquellas batallas
baloncestistas que nos engancharon a ese deporte de por vida.
Titular que podría servir en 2019, para explicar la realidad
social y ambiental que afrontamos, y la falta de información veraz que aporte
conocimiento, para poder siquiera intentar impulsar alternativas que nos den
una oportunidad de solventar las diferentes crisis que cercenan los propios
pilares de nuestra sociedad.
Muchos dormitan sin saber o sin querer conocer, unos pocos
soñamos con hacer realidad las propuestas que cambien el rumbo de nuestra nave
evitando el inminente impacto del que somos avisados por los abrumadores datos
de informes científicos, y todos somos necesarios para conseguirlo.
Porque cuando tu casa está en llamas, se inunda, o un ser
querido enferma, actúas ante dicha Emergencia de manera ágil y eficiente, no te
quedas durmiendo.
Y estamos ante una Emergencia Climática, somos la primera
generación en saberlo y la última en poder ponerle remedio.
Hoy mismo el diputado de EQUO en el Congreso, Juan López de
Uralde ha solicitado que España declare la emergencia climática, como así hemos
solicitado en el pleno de Rota, y ha sido aprobada nuestra propuesta por
unanimidad en el pleno de Puerto Real.
Iremos desgranando propuestas en próximos artículos, que
hagan frente al reto de esta emergencia, que a la vez es una oportunidad para
vivir mejor, generando empleos dignos y de futuro, potenciar nuestros recursos
naturales renovables y sostenibles, reducir los residuos y convertirlos en
recursos, comarcalizar la producción de alimentos y bienes de consumo, mejorar
la eficiencia y ahorro energético en la movilidad de personas y productos,
cuidar de nuestros suelos, bosques y campos para mejorando su salud mejorar la
nuestra, gestionar de manera eficaz el consumo de agua y cuidar de nuestros
ríos, playas y zona litoral, todo ello desde las propuestas que la ecología
política ya está desarrollando en muchos lugares de Europa.
Porque no hay planeta B, debemos cuidar el que tenemos, nos
va la vida en ello.
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