INDIGNADO ACTIVISTA, REBELDE SOLAR Y RADICALMENTE DEMOCRÁTICO

jueves, 9 de abril de 2020

DECRECIMIENTO SOSTENIBLE, UNA ALTERNATIVA PARA EL FUTURO (3ª parte)

(Publicado en La Voz del Sur el 12 diciembre de 2019)

Un planeta verde que se construye desde lo local

Si en la primera parte explicamos como habíamos llegado hasta aquí, y en la segunda proponíamos nuevas referencias económicas para un nuevo mundo, finalizamos con diferentes propuestas para construir desde lo local espacios que consoliden la transición ecológica de la sociedad.

De hecho desde hace más de una década con el inicio de la mal llamada crisis económica global, y posiblemente a las puertas de otra similar, la sociedad ya va un paso por delante de políticos y gurús económicos, haciendo frente a la transición socio-ecológica desde lo local.

Como islas que deben tejer en la próxima década sus lazos de unión, han surgido desde hace diez años proyectos y propuestas que EQUO defiende en las instituciones y trabaja codo a codo en calles, plazas y ciudades, y que atienden a cuatro retos fundamentales para Andalucía, esta vez, de crecimiento:

I. Crecer en Soberanía Alimentaria.  La agricultura es uno de los principales recursos de Andalucía pero nuestros agricultores siguen estando desatendidos. Tenemos que cambiar el modelo de producción y distribución. Andalucía es hoy una potencia en agricultura ecológica, la agricultura del futuro. Pero está destinada fundamentalmente a la exportación a los mercados europeos. Tenemos que impulsar la transición desde el actual modelo agroquímico, que nos hace perder diversidad, sabor y calidad alimentaria, al tiempo que agota y erosiona nuestros suelos, contamina nuestros acuíferos  y es fuertemente consumidor de agua, energía y fertilizantes químicos, hacia un modelo agroecológico, libre de productos químicos y de transgénicos, que nos permitan garantizar una alimentación saludable y que recupere la gran diversidad de semillas y especies frutícolas que teníamos.
Tenemos que acercar la producción al consumo, apostar por la agricultura de proximidad, por los circuitos cortos de comercialización, directos de productor a consumidor, y  por la asociación de productores y consumidores en cooperativas.  
Para ello la PAC (Política Agraria Común) debe corregir la actual distribución de subvenciones, pero también es fundamental que se consoliden los proyectos de huertos ecológicos, los mercados de alimentación local de temporada, las cooperativas de producción ecológica, y el autoabastecimiento con productos autóctonos.

También debemos apoyar a los pescadores y a las empresas de la economía social que trabajan en el sector, desarrollando políticas que defiendan la pesca costera-litoral y especialmente artesanal, que es la que más contribuye al desarrollo económico y social, además de ser más respetuosa con los recursos pesqueros y el medio ambiente y así conseguir que las nuevas generaciones puedan seguir viviendo de la pesca.
Esta soberanía alimentaria genera riqueza comarcal, empleo digno, cuida del suelo, gestiona el territorio, frente a la España vaciada que deteriora ecosistemas, contaminando suelos con residuos, aumenta la probabilidad de incendios, disminuye los servicios públicos, la atención médica, el transporte público , las escuelas rurales, incluso desaparecen las sucursales bancarias y las redes de comunicación digital.

II. Crecer en soberanía energética, que constituye el fundamento del nuevo modelo productivo y de consumo. Necesitamos impulsar decididamente la transición hacia un Nuevo Modelo Energético basado 100% en energías renovables. Andalucía depende hoy en un 80% de recursos energéticos que vienen de fuera de nuestro territorio, fundamentalmente gas y petróleo.
Y sin embargo tenemos los recursos naturales, Sol, viento, biomasa como subproducto de la actividad agrícola y forestal, tenemos el conocimiento, El Parque Solar del desierto de Tabernas en Almería, es la principal instalación de investigación e innovación en energía solar de Europa, tenemos las tecnologías necesarias y la base empresarial como las cooperativas de productores y consumidores, comercializadoras que ofrecen a sus clientes energía verde, preparadas para impulsar la producción solar con el objetivo de que todos los edificios de Andalucía puedan autoproducir la energía que precisan, poniendo la energía en manos de la gente a través del autoconsumo compartido, generando tu propia energía y vendiendo los excedentes a la red. Ello conlleva procesos de investigación en universidades para mejorar la eficiencia de paneles solares y generadores eólicos, mayor número de pymes encargadas de colocar y mantener los paneles y aerogeneradores y por tanto empleo verde, justo, digno y de carácter local.
Así mismo la distribución de la energía producida a nivel cercano, mejora la eficiencia y reduce las pérdidas que ahora mismo con un sistema centralizado suponen el 10% de la producción. 

Ya no hay que debatir si son galgos o podencos, no, el debate de la gestión de la energía no es si llevarla a cabo a través de empresas privadas o públicas, la energía en el futuro debe estar en manos de la gente, en cooperativas, y a través de los ayuntamientos.
El futuro de la energía ya no estará nunca más en el subsuelo, estará en los tejados de nuestros edificios, creando miles de puestos de trabajo, directos e indirectos.

III. Crecer en Soberanía económica
Es preciso poner en marcha una banca pública andaluza, con capacidad de autogestión de los ahorros e inversiones de la ciudadanía  a través de la creación de cooperativas de crédito  ancladas en principios éticos, de economía social y circular, con criterios de respeto a la naturaleza en todas las inversiones que se financien.
De este modo conseguiremos los recursos para invertir en nuestro futuro invirtiendo en los sectores claves para mejorar nuestra calidad de vida generando empleo.
Además debemos poner en cuestión los límites, por abajo y por arriba, a través de la renta básica y máxima, tanto a nivel legislativo y socio-económico como a nivel cultural. Es injusto que cada vez haya más miles personas por debajo del umbral de la pobreza, y a la vez es indigno el acaparamiento de capitales por unas pocas personas.
Para ello sobre el tablero político se encuentra la propuesta de una Renta Básica Universal e Incondicional, superadora de la Renta Mínima de Inserción Social, que tantos problemas está generando a los perceptores, que muy a su pesar, aún obteniendo el derecho tras múltiples gestiones administrativas, los recursos económicos no llegan a tiempo.

IV. Y por supuesto crecer en Soberanía política
Para garantizar el buen funcionamiento de las instituciones públicas, es necesario ponerlas al servicio de la ciudadanía.
La soberanía, reza nuestra Constitución, reside en el pueblo. La ciudadanía, por tanto, debe estar en el centro de la política y, para ello, la participación debe ser central en el trabajo diario.

El ordenamiento jurídico debe adaptarse a la realidad de la transición socio ecológica, traduciéndose en propuestas no sólo a través de nuestros representantes democráticamente elegidos, sino facilitando la proactividad al conjunto de la población a través de herramientas ya existentes, que deben normalizarse en su uso, como son los referémdums, las ILP, la ICE, y también de nuevas herramientas que mejoren los derechos a la participación ciudadana , como por ejemplo propusimos en el Parlamento Andaluz a través del Escaño 110, escaño que debe ser usado por la ciudadanía en los plenarios, con capacidad de poder presentar y defender propuestas ante las que se someta el Parlamento.

A modo de resumen, es palmario que los conflictos socio-ecológicos estructurarán el siglo XXI, el viejo mundo basado en el crecimiento se muere, pero en el nuevo mundo hay vida, empleo y bienestar, después del crecimiento.
El nuevo escenario no debe verse como una amenaza, sino como la oportunidad que debe unir a los movimientos sociales, políticos y culturales, porque los primeros en reflexionar, pensar, prever, adaptarse y construir desde esta nueva normalidad, serán los que liderarán el mundo de mañana.

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miércoles, 8 de abril de 2020

DECRECIMIENTO SOSTENIBLE, UNA ALTERNATIVA PARA EL FUTURO (2ª parte)



(Publicado en La Voz del Sur el 5 diciembre de 2019)

Un mundo nuevo necesita nuevas referencias

En la 1ª parte de este artículo describíamos cómo y porqué hemos llegado hasta aquí, y una de las claves que nos obligan a enfocar de manera errónea nuestro bienestar quizás sea el PIB, y quizás en plena semana de la COP25 en Madrid estas líneas puedan servir para marcar el inicio del debate.
Quizás el PIB sea responsable en un alto porcentaje de las guerras por los recursos energéticos que desde finales del siglo XX se producen (Irak) o del derrocamiento y reposición con líderes “fiables” que defiendan la extracción de las riquezas naturales de sus países, (Ecuador petróleo, Chile cobre, Bolivia litio, Brasil cultivo de soja, Indonesia cultivo de palma), y quizás sea el responsable de que pronto, en la mitad del siglo XXI, comiencen las guerras por el agua a escala global.

Lo que sí es seguro, que el PIB nos ha hecho ignorar la gravedad del problema que conlleva este sistema depredador de recursos y personas durante décadas, y hoy las consecuencias se suceden en forma de muertes por contaminación y olas de calor, incendios forestales, migraciones forzadas como el primer migrante climático de Kiribati, escasez de recursos hídricos, agricultores arruinados por temporales, el Mar Menor muerto, aumento de las desigualdades y pérdida de oportunidades económicas. La realidad es que seguimos sin las medidas urgentes y estructurales que requiere esta crisis climática, ambiental, ecológica y energética, que sigue agudizándose. Y la realidad es que según miles de informes científicos, nos quedan tan solo 10 años para llevar a cabo cambios sin precedentes en nuestro sistema económico y social.

El crecimiento ya no es un valor de futuro, el estancamiento de la economía tiende a ser la nueva normalidad. La economía del siglo XXI tendrá un crecimiento bajo, nulo o negativo, y no permite enfrentarnos a la crisis ecológica, ambiental, energética y climática, por ello debemos ser capaces de observar las oportunidades que este estancamiento y este cambio de paradigma van a generar. Si ya no se puede basar una economía y una sociedad en el crecimiento “eterno”, busquemos y encontremos alternativas. 

Para ello, primero debemos cambiar en el imaginario colectivo las bondades que supuestamente genera un crecimiento (imposible) del PIB y remarcar la idea que haya crecimiento o no del PIB es secundario, porque lo prioritario es cubrir las necesidades reales de la población respetando los límites biofísicos del planeta.  
Hay que hacer compatible los derechos de las personas con la realidad finita de los ecosistemas (y de nuestra interdependencia como seres ecodependientes con ellos). 
Debemos hablar cada vez más de calidad en vez de cantidad, aumento de sostenibilidad en vez de aumento de productividad, políticas de contención en vez de políticas expansivas o empezar a buscar nuevos indicadores socio-ambientales más allá del PIB.
La pregunta que hay que formular, ¿Es el PIB una referencia real del estado de una sociedad o debemos hacer frente a un cambio de referencia como el índice de felicidad de la ONU o la huella ecológica de cada país, región o biocomarca?
¿Qué preferimos, crecimiento del PIB sin empleo, como está pasando ahora, o empleo sin crecimiento, que es lo que va a continuar ocurriendo?
En la respuesta, proponer una prosperidad sin crecimiento ya no es un planteamiento teórico o ideológico de los verdes, es un puro ejercicio pragmático de la realidad.
Y como resulta imposible seguir creciendo y a la vez luchar contra el cambio climático cumpliendo los acuerdos firmados en la COP21 en este nuevo camino debemos reciclar y optimizar lo existente, repartir las riquezas económicas, ecológicas y sociales, reducir lo superfluo, inútil e insostenible, cuidar de las personas y del entorno natural, apostando por lo sostenible, circular y compartido.
Es imprescindible iniciar una gran transición ecológica de la economía que lleve aparejada una transición social que no deje a nadie atrás.

Estas ideas deben ser las prioridades de un partido político y de un gobierno como desde EQUO proponemos, porque es más eficiente para salir de la crisis y además es el mejor antídoto para evitar la frustración social.  
El empleo del futuro está en los sectores verdes, que desbancarán por calidad y cantidad a los empleos marrones actuales, y la frustración que generan las propuestas populistas de unos y otros, incumplibles ambas porque incluyen promesas de crecimiento infinito en un escenario que no vamos a encontrar, ayudan al repliegue identitario que estamos presenciando, o a la búsqueda de respuestas excluyentes y xenófobas de la extrema derecha.
Transmitir que “no hay planeta B” es lo más responsable de cara a garantizar los derechos de las personas, la justicia social y ambiental, así como un futuro sano y salvo para nuestros hijos. Como dice la confederación sindical europea: no hay empleo en un planeta muerto.

(continuará)

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martes, 7 de abril de 2020

DECRECIMIENTO, UNA ALTERNATIVA PARA EL FUTURO (1ª parte)

(Publicado en La Voz del Sur el 28 noviembre 2019)

Cómo, porqué y para qué hemos llegado hasta aquí

El pasado viernes 22 de noviembre tuve el placer de asistir en El Cuervo, Sevilla, a la invitación que el Ateneo Arbonaida y la Asociación Laguna de los Tollos me cursó para charlar y debatir sobre el título de este artículo.

Paso a describir en tres entregas, parte de lo que allí se habló durante más de dos horas, para ampliar la información y que así pueda llegar a más personas que puedan ( o no) tener las mismas inquietudes que los asistentes presenciales en dicho encuentro.

Hablar de Decrecimiento me lleva a hablar en primer lugar de Crecimiento.

Basta echar un vistazo a la propia naturaleza, a los seres vivos, y observar que éstos no crecen indefinidamente a lo largo de su etapa vital, ni en el todo ni en parte.

Sin crecimiento inicial no prosperan, no prosperamos, pero tenemos límites cuantitativos y cualitativos, que están en lo más profundo de nuestro ser, en el genoma de cada especie, que dicta hasta cuándo y hasta cuánto debe crecer un tejido, un órgano, un brazo, un ala, y alcanzar la dimensión exacta que ayude al organismo en cuestión a desarrollar una vida plena.


Nuestra sociedad lleva en su impronta, en su genoma, la Economía, como herramienta de transformación, de progreso, de trabajo en cooperación, pero al estar conformada la sociedad por seres vivos, interdependientes y ecodepedientes, la cuestión a abordar es doble,


¿Debe crecer continuamente el consumo para que esta “especie económica” pueda sobrevivir?

¿Puede crecer infinitamente?

La realidad es que nuestro sistema socioeconómico es insostenible y se ha saltado ya los límites físicos y ecológicos del planeta, no es posible crecer infinitamente en un planeta finito.

Los países occidentales han salido de un breve periodo de su historia, siglo y medio más o menos, en que el modelo económico, la paz social y el progreso se basaban en un aumento continuo de las cantidades producidas y consumidas, sobre todo a partir del final de la segunda guerra mundial.

Ello fue posible debido a un ecofascismo encubierto a tres niveles, que ahora con la globalización y repetición del mismo modelo en todos los países y a escala planetaria, se comprueba inviable.

El primero de ellos se basaba en un ecofascismo norte-sur (o también denominado ricos-pobres posteriormente al iniciar las mismas dinámicas los países emergentes, Brasil, Rusia, China, India y Suráfrica), extrayendo energía abundante y barata proveniente de extensas zonas del planeta, combustibles fósiles, carbón, gas y petróleo fáciles de extraer y con una tasa de retorno energético cercana sino superior, a cien veces la energía necesaria para su extracción.

Materias primas y minerales de todo tipo, eran encontrados y distribuidos a lo largo del planeta para satisfacer las necesidades de unos pocos, incluidos alimentos producidos en grandes extensiones forestales, reconvertidas en tierras de cultivo tanto para ganadería como alimentación humana, todo ello con mano de obra barata en pos de la productividad, generando miseria y desigualdad en muchos lugares del mundo.

Todo lo anterior también, sin reparar en los cambios producidos en los ecosistemas, en el agotamiento de recursos hídricos, o en la contaminación producida por residuos de todo tipo, que ha conllevado aparejada la aniquilación o disminución en número de individuos de otras especies, lo que da lugar al segundo ecofascismo, entre especies.


El tercer nivel nos muestra nuestra responsabilidad con las siguientes generaciones, que debería ser cuidar de nuestra descendencia, ofreciéndoles al menos un hogar amable para vivir con recursos no contaminados, donde puedan desarrollarse.

En el año de mi nacimiento, 1966, se utilizaban dos tercios de los recursos naturales que pueden regenerarse en un año, en 2019 se han utilizado todos a finales de julio, esa es nuestra huella ecológica, la necesidad impulsada por una economía de crecimiento infinito de usar más recursos de los que disponemos, y que da lugar al tercer ecofascismo, el intergeneracional.

Todo este proceso de supuesto crecimiento infinito se puede explicar con la metáfora del horno y la tarta.


 Si soy un repostero, y puedo conseguir cada año más ingredientes baratos para cocinar una tarta, y la energía necesaria para cocinarla es abundante y también barata, conseguiré que la tarta sea más grande, y por tanto en el reparto, aumentar mi trozo del pastel (beneficios económicos del capitalismo conservador, liberal y neoliberal), además los pequeños trozos a repartir entre la ciudadanía encargada de extraer los ingredientes y la energía, serán también mayores (beneficios sociales de la social democracia y socialismo).
Esto ha funcionado muy bien 150 años debido a los tres ecofascismos, pero nos hemos dado de golpe con los límites del horno (planeta), y ya no puede crecer más la tarta, la energía para cocinar empieza a ser más escasa, cara, difícil de extraer, y con menor tasa de retorno energético, y además los ingredientes para cocinarla están contaminados por los residuos generados en el pasado.
Por si esto fuera poco, las siguientes generaciones han avistado como les va a quedar el horno: sucio, sin energía, y sin ingredientes.

Por todo ello, tanto la paz social y ambiental conseguidas durante la breve etapa del crecimiento infinito se quiebran, dado que para seguir aumentando los beneficios económicos, no sirven las recetas basadas en el crecimiento.

Por ello se inicia a principios del siglo XXI, un nuevo proceso económico en el reparto de la tarta, quitando pequeños trozos de la misma a muchos, para seguir aumentando los beneficios de unos pocos, que ven con recelo que su parte del pastel ya no aumenta por causa de los límites del horno (planeta).

¿Qué trozos nos han sido hurtados? La respuesta está en la cascada de recortes en derechos sociales, sanidad, educación, dependencia, justicia, aumento de precios en transporte, energía, agua, alimentos, aderezados con leyes mordaza por si alguien se atreve a solicitar en voz alta su parte de la tarta, además del ataque a las instituciones más cercanas a la ciudadanía como son los Ayuntamientos, prácticamente inoperativos debido a la ley Montoro, la regla de gasto, la ley de racionalización y sostenibilidad municipal y la tasa de reposición de personal.


(continuará…)


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domingo, 5 de abril de 2020

Relatividad y política ante el 10N


(Publicado en La Voz del Sur el 31 octubre 2019)

Viene a mi memoria la frase de aquel gran científico de cuyo nombre sí quiero acordarme, Albert Einstein, en la que afirmaba con total rotundidad, que si pretendes obtener resultados diferentes, no puedes realizar siempre las mismas acciones.

Estando completamente de acuerdo con tal afirmación, a nivel político en el presente, no me cabe ninguna duda que ante las elecciones generales (segunda parte) del 10 de noviembre, si las personas electoras apuestan por la misma acción que en abril, obtendremos el mismo resultado, es decir, elecciones” tercera parte”.

Pero como si de una trilogía de epopeyas se tratase, siempre hay opciones que pueden ayudar a conseguir resultados diferentes, y quizás el batir de las alas de una pequeña mariposa Verde, pueda generar un tifón político al otro lado del 10N, que apueste por políticas valientes que actúen de inmediato ante el reto de las crisis que nos rodean.

Y ello pasa en primer lugar, por dejar de escuchar los cantos de sirena de aquellos que para solucionar los problemas, proponen las mismas acciones de siempre, (y por tanto volveremos a cosechar los mismos resultados), frente a lo que ellos consideran las principales crisis a resolver: económica, laboral, política y social.
Que si la industria del petróleo de Algeciras y campo de Gibraltar generará más empleo, que si la llegada de más megabarcos a Cadíz aportará más ingresos, que si nuestro litoral debe enladrillarse con más hoteles y resorts de lujo para mejorar la economía, que Navantia debe tener más carga en construcción de superpetroleros y barcos de guerra, que si las bases militares de Rota y Morón mejoran el PIB provincial,…, todo falso en boca de falsos profetas que lo que pretenden es arrimar el ascua a sus beneficios económicos a costa de todo y de todos.

Si algo de lo anterior tuviese una pincelada de realidad, no viviríamos ni conviviríamos en la región de Europa con mayores tasa de desempleo, de paro juvenil, de obesidad infantil, de absentismo escolar, en una región amenazada con las inundaciones por la subida del nivel del mar, la salinización de acuíferos, la sequía y la precariedad laboral de los que aún quedan aquí, y no han tenido que buscarse la vida lejos de nuestra provincia.

Las crisis reales que hay que atajar, de las que emanan las anteriores, son la climática, energética, ecológica y ambiental.

Esta misma semana nos siguen llegando informes científicos que alertan de la subida del nivel del mar por causa del Cambio Climático, informe realizado por Climate Central, organización estadounidense que agrupa a numerosos científicos que investigan el cambio climático y sus efectos en la población, en los que indican que nuestra provincia será fondo marino en la desembocadura del Guadalquivir, que más de 200000 españoles y españolas seremos migrantes por dicho motivo en 2050, y que más de 300 millones de personas lo serán a nivel mundial.

Para evitar estas amenazas hay que empezar a tomar medidas serias, no son necesarias más palabras ni pinceladas verdes en los programas, se necesitan políticas valientes que actúen ya ante la Emergencia Climática, y Más País-EQUO las llevará a cabo tras el 10N con tu confianza y apoyo.

No nos duelen prendas en abordar la realidad, y proponer ante la crisis ecológica medidas de apoyo a la soberanía alimentaria, a la mejora de la salud a través de alimentos ecológicos, de cercanía y de temporada. Apoyar la minería urbana para poner en valor aquellos materiales que hoy acaban en vertederos. Impulsar los comercios locales frente a la globalización de la miseria en la cadena de producción, basada en la productividad entendida como menores salarios y peores condiciones de trabajo.

Proponer ante la crisis ambiental, un sistema de retorno de envases que disminuya los residuos a la vez que revierta económicamente en aquellas personas que más y mejor reutilizan y reciclan, además de impulsar el compostaje de la basura orgánica con la puesta en marcha del quinto contenedor, con medidas fiscales de descuento en los impuestos y tasas de basura a quienes lo utilicen.

Proponer ante la crisis energética que no son ni galgos ni podencos, es decir que la prioridad no es debatir si el sistema eléctrico debe gestionarse de manera pública o privada, sino de manera que la ciudadanía pueda autoproducir su energía y vender sus excedentes a la red, lo que conllevaría un enorme rebaja en la factura de combustibles fósiles que hoy día aún pagamos, a pesar de ser la región de la Europa continental con más horas de sol al año, y una zona azotada por fuertes vientos aún desaprovechados en pequeñas instalaciones aerogeneradores de energía.

Y en definitiva, como nos pide la juventud en las calles, abordar la acción climática como eje transversal de todas las políticas.
Desde la austeridad y no el austericidio, dotando de fondos para realizar la transición ecológica a través de una profunda reforma fiscal que garantice tasas impositivas realmente progresivas, además de recaudar más de quienes más contaminan.
Desde la cooperación y no la confrontación, haciendo del diálogo permanente una virtud, para conseguir encontrar y formular puentes que desde la diversidad desarrollen políticas capaces de revertir la situación.
Desde el feminismo y la igualdad en derechos de todas, con políticas activas en cuidados, en una sociedad que envejece, y cuyo sistema de pensiones debe blindarse en la Constitución.
Con una renta básica universal incondicional que asegure unos mínimos ingresos familiares, que aporten garantía hacia el futuro, ese futuro desde donde miles de ojos de aún no nacidos nos observan, y nos imploran que actuemos de manera decidida y urgente desde el presente, para ofrecerles al menos, la misma oportunidad vital que tuvimos nosotras y nosotros, y de disfrutar de un planeta con plenos recursos.
Porque no hay planeta B, Más País EQUO es la alternativa verde que cuidará del que tenemos, a partir del 10N.

Mateo Quirós Hernández
Candidato al Congreso por Cádiz en la coalición Más País-EQUO


sábado, 4 de abril de 2020

Decíamos ayer


(Publicado en La Voz del Sur el 10 octubre 2019)

Decíamos ayer…en mi artículo de opinión titulado ¿Realmente estamos ante una emergencia climática?, que el viernes 27 de septiembre, el mundo globalizado se enfrentaba a una jornada histórica, la que representaba la convocatoria de huelga a nivel mundial por el clima, que se convirtió en nuestro país, en la mayor movilización climática registrada, para exigir a las autoridades pasar de las palabras a los hechos.

Y por si esto fuese poco, el pasado lunes 7 de octubre en Madrid, observé con ilusión, el impulso de cientos de activistas que acamparon de forma pacífica en distintos puntos de la capital, para reclamar una respuesta política y una acción inmediata, ante el estado de Emergencia Climática en el que se haya nuestro país. 

Las devastadoras inundaciones, los grandes incendios y el aumento de la contaminación son algunos de los efectos del calentamiento global que ya sufrimos en 
España, uno de los países europeos que se verá más afectado por la crisis climática si no se adoptan medidas de choque de inmediato. 

Y no, nada se está haciendo desde las instituciones, ningún Gobierno acomete respuestas contundentes a las demandas de las decenas de miles de personas en el presente, que serán millones en el futuro. 

Si España es uno de los países más afectados por el cambio climático, Andalucía es uno de los territorios más afectado por la crisis climática, por ello es urgente adaptar nuestra economía a los escenarios de escasez de agua o subidas del nivel mar esperados para nuestra tierra, y la atención al fenómeno migratorio será un problema a la inversa, ya que las propias andaluzas y andaluces lo seremos en breve, teniendo que buscar acomodo hacia tierras más septentrionales.

Así mismo la agricultura y el sector turístico, fundamentales en nuestro PIB andaluz, no podrán hacer frente a las amenazas sino se pone en marcha un pacto de estado para la emergencia climática.

Transformar la sociedad con una transición ordenada, que afronte las crisis climática, ambiental, ecológica y energética, en el poco tiempo que nos queda según los informes científicos, no es tarea sencilla, pero desde EQUO Verdes pondremos todo nuestro esfuerzo y empeño por explicarla y llevarla a cabo, trabajando desde la coalición Más País-EQUO.

Porque el fracaso del bloque progresista para llegar a un acuerdo de gobierno, en plena situación de emergencia climática, debe ser desbloqueado, y debemos llegar a un gran pacto de estado para hacer frente a las enormes amenazas de la emergencia ecológica y social , que suponen a su vez un enorme reto, frenando el desempleo aprovechando nuestros recursos energéticos limpios y sostenibles como son el Sol y el viento, apostando por la soberanía alimentaria y la agroganadería ecológica y extensiva, promoviendo la movilidad sostenible con un plan de choque que se adapte a las necesidades de inversión en mejora del transporte público y la electrificación de la red de distribución de personas y mercancías, y entre otros nichos de empleo verde, el uso de nuestros residuos como recursos, a través de la economía circular, generando compost urbano a través del quinto contenedor, apostando por la reparación frente al modelo de usar y tirar, reducir los desechos plásticos y aprovechar los de vidrio, con el sistema de depósito y retorno de envases que premia a quienes reciclan en el contenedor verde y amarillo.

Para ello hay que llenar el Congreso de políticas verdes, sin  maquillajes, logrando que por vez primera en la historia, se constituya un grupo verde en el parlamento nacional.

Más de medio centenar de compañeras y compañeros, candidatas y candidatos de EQUO en la cita electoral del 10 de noviembre, reafirmamos nuestro compromiso con el feminismo, el pacifismo y el ecologismo, para poner la transición ecológica, la justicia social y ambiental, y la radicalidad democrática, en el centro de las políticas del país, en la coalición Más País-EQUO.

viernes, 3 de abril de 2020

Hablemos de huellas


(Publicado en La Voz del Sur el 3 octubre 2019)

Hablemos de huellas, de una extremadamente importante: la huella ecológica.

Este es un indicador del impacto ambiental generado por la demanda humana que se hace de los recursos existentes en los ecosistemas del planeta, relacionándola con la capacidad ecológica de la Tierra de regenerar sus recursos.
En el año de mi nacimiento, 1966, la humanidad consumía alrededor de sólo 2 tercios de los recursos naturales disponibles en todo el Planeta. 
El año 1986 fue el último año de equilibrio entre lo que consumimos y dicha regeneración propia.
En el año 2000 consumimos los recursos disponibles el día 1 de octubre.

En 2014 ya los consumimos el 19 de agosto.

Y este año 2019, el 29 de julio, la humanidad, sobre todo las personas que vivimos en las zonas más ricas del Planeta, hemos gastado todos los recursos naturales que la Tierra puede reponer en un año. 
De aquí a final de año, viviremos a expensas de las generaciones futuras, endeudándolas sin derecho alguno, consumiendo lo que ellos no podrán permitirse jamás.

Debe ser que no ha interesado mucho saber el precio de una ave, un reptil, una retama o un mamífero, es más, me atrevería a decir, vistos estos datos, que la vida humana se valora en este sistema por la capacidad de producir y consumir que tenemos como individuos, y no por el simple hecho de ser una persona.

Necesitamos casi tres Españas para mantener nuestras necesidades de consumo y si el resto de seres humanos vivieran con el mismo modelo como el que vivimos hoy en España, necesitaríamos 2,1 planetas Tierra para sostener este sistema.
Esto no significa que a partir de mañana no tengamos alimentos, agua, energía o materias primas disponibles, significa que, a partir de mañana dichos recursos los estaremos tomando “prestados” de los recursos que necesitarán las futuras generaciones de nuestra especie para sobrevivir.

Aparte del egoísmo implícito que supone esta situación a nivel moral, el colapso civilizatorio que prepara este escenario, es contrario a lo que cualquier especie tiene firmemente anclado en su carga genética: reproducirse procurando los recursos necesarios a sus descendientes para poder perpetuar su especie.
Estamos inmersos en una profunda crisis de la que pocos hablan, que no sólo es es ecológica, también ambiental, energética y por supuesto climática, y todas ellas engendran las crisis de las que sí, todos hablan, política, económica, social, laboral. 

En suma una crisis sistémica y civilizatoria que amenaza  nuestra supervivencia directamente y  choca contra los límites del planeta, debido a  la quiebra del crecimiento infinito como modelo a perpetuar.

El capitalismo se basa en un modelo de desarrollo, no sustentado en la capacidad de producción y reposición de riqueza de nuestro territorio, sino en el esquilmamiento de sus recursos y en la economía especulativa de casino.
Nuestros gobiernos renuncian a las políticas medioambientales, como si la naturaleza no fuese el sustento de la economía y de la propia vida.

Renuncian a hacer frente al cambio climático y la desertización,  ralentizando en lo posible la transición hacia las energías renovables, para mayor beneficio del oligopolio eléctrico.

Gobiernos que no han tomado lecciones de los errores del pasado y siguen profundizando la agresión al paisaje y el territorio, planeando inversiones en grandes infraestructuras para el automóvil como la autovía Cádiz-Huelva, más trenes de alta velocidad y menos regionales o de cercanía, manteniendo vigentes los planes urbanísticos desarrollistas que multiplican el suelo ya urbanizado, y poniendo en marcha la legalización y consolidación del fenómeno de urbanización ilegal que no ha dejado de crecer sin control en las costas españolas.

Gobiernos que no hacen nada para revitalizar los ríos que estamos dejando morir como el Zumeta en Jaén.

Gobiernos que no hacen nada efectivo para detener la erosión y contaminación de nues­tros suelos fértiles y nuestros acuíferos, como en nuestra emblemática Doñana.
Que no hacen nada por disminuir la pérdida de calidad de nuestro aire, la contaminación acústica, lumínica y electromagnética. 

Gobiernos que no frenan, sino todo lo contrario, la plantación en nuestros suelos de alimentos modificados genéticamente, convirtiendo a España en un laboratorio de las empresas multinacionales dedicadas a dicho negocio como Monsanto y Bayer, que son lo mismo.

 ¿Actuamos ya, o esperamos al colapso? 

Como no hay planeta B, debemos buscar modelos alternativos hacia una transición urgente y justa de la economía, desde el modo de alimentarnos, desplazarnos, consumir, producir energía, hasta cerrar el círculo en una sociedad sin apenas residuos, consiguiendo que vuelvan a ser recursos. 

La ecología política tiene propuestas para ello, y EQUO Verdes las defiende en las instituciones y en la calle.


jueves, 2 de abril de 2020

¿Realmente estamos ante una emergencia climática?


(Publicado en La Voz del Sur el 26 septiembre 2019)

Esta semana, el viernes 27 de septiembre, el mundo globalizado se enfrenta a una jornada histórica, la que representa la convocatoria de huelga a nivel mundial por el clima.

¿Huelga por el clima?

He vivido en mis 53 años huelgas por la mejora salarial, mejoras en los horarios laborales, por las condiciones de seguridad en el puesto de trabajo, por el mantenimiento del empleo, para mejorar la salud de las trabajadoras en sus centros, impulsadas por un sector o sindicato en concreto o mejoras impulsadas por todos, pero, ¿por el clima?

Informes científicos nos alertan de las graves consecuencias del cambio climático en nuestras vidas, presentes y futuras.

Temporales cada vez más virulentos y con una periodicidad mayor, incendios extremos avivados por velocidades cada vez mayores del régimen de vientos, sequedad desértica en muchas zonas, incluida nuestra Andalucía, olas de calor que matan personas, subida del nivel del mar que inunda ciudades y comarcas enteras, cual Atlántidas del presente.

Informes económicos nos alertan de la pérdida de empleos por estas causas, agricultores y ganaderos arruinados, cosechas enteras perdidas, propiedades privadas y públicas engullidas por los océanos, bajadas masivas en el PIB, enormes gastos públicos para contrarrestar sus efectos, aún mayores si ponemos en marcha la maquinaria y herramientas demasiado tarde.

E informes sociales nos hablan de los enormes flujos migratorios desde las zonas costeras hacia el interior, la lucha por el vital recurso del agua entre las personas y las guerras por ella entre los estados, pérdida de vidas ante temperaturas más altas e incapacidad de protegernos ante enfermedades ahora circunscritas a ciertas regiones del planeta, que se globalizarán.

Todos estos informes provienen de instituciones que poco pueden ser acusadas de ecologistas radicales, el panel intergubernamental para el cambio climático de la ONU, la más alta institución mundial para los refugiados ACNUR, además de numerosas universidades americanas y europeas que envían periódicamente sus estudios a los gobiernos de ambos lados del Atlántico.

Llegados aquí, si estamos o no viviendo una emergencia climática es decisión del lector, lo que es evidente es que debemos ser responsables, y aconsejados por todos estos informes, actuar de manera inmediata para protegernos a nosotras mismas, aunque se puedan tener dudas razonables.

¿Quién, cuando se le detecta una posible enfermedad grave, entiende que el informe médico es erróneo y hace caso omiso?
¿Acaso si te informan que el piso de arriba del edificio en el que vives está en llamas, te vas a dormir a tu cama?

Actuar con responsabilidad y de manera urgente, además implica mejorar la vida de las personas, porque una de las primeras medidas a adoptar sería aprovechar nuestros recursos energéticos, limpios, baratos y renovables, en una transición energética, que apueste por la eficiencia para bajar la demanda de consumo, cerrando las centrales de carbón en 2025, continuar el cierre de las nucleares hasta 2030, año en que la producción debería ser 100% renovable, distribuida en manos de cientos de miles de personas que autoconsuman su propia energía, y comercializada por los municipios además de por las empresas. Todo ello tendría un millonario impacto favorable, ¿se imaginan si dejamos de tener que gastar la mayor parte de los 50.000 millones de euros públicos en importaciones de gas y petróleo cada año? Recursos económicos suficientes para financiar esta transición. Por no hablar de la mejora de nuestra salud al evitar los impactos contaminantes del fuel, carbón, y gas, en el aire que respiramos, la tierra que nos alimenta y el agua que bebemos.

Así mismo el modelo de transporte merece una revolución en línea con la mejora de la salud y el clima, apostando por la reducción del coche con combustible fósil, aumentando los esfuerzos por mejorar frecuencia de paso y abaratar el transporte público, subvencionar el coche eléctrico compartido, fomentar con premios en el salario el uso de bicicleta y a pie para ir al puesto de trabajo, regular de urgencia el uso de Vehículos de Movilidad Personal, aumentar los trenes de cercanía, y volver a impulsar el tren regional en detrimento de la alta velocidad, cara e inamortizable.

Sin duda el modelo agropecuario también debe iniciar una transición, porque somos lo que comemos, y actualmente la Política Agraria Común no defiende el clima, ni a los agricultores o ganaderos, ni defiende una gestión del territorio sostenible, ni cuida de nuestra salud. Apoyar a pequeños agricultores ecológicos, ganadería extensiva y acuicultura, que mejore la calidad de nuestros suelos, la gestión del territorio, la salud de las personas, y reduzca las emisiones, en base a aumentar el consumo local y de productos de temporada, añadiendo valor a los productos, comarcalizando industrias de transformación de alimentos, envasadoras, conserveras, que actualmente brillan por su ausencia en Andalucía, a pesar de nuestra enorme producción agraria, ganadera y pesquera.

miércoles, 1 de abril de 2020

Movilidad Sostenible, la transición hacia otro modelo de transporte urbano


(Publicado en La Voz del Sur el 17 septiembre 2019)

Esta semana se celebra en muchas ciudades europeas, españolas y andaluzas la SEMANA EUROPEA DE MOVILIDAD, iniciativa que surgió en Europa en 1999 y a partir del año 2000 contó con el apoyo de la Comisión Europea.
Se celebra cada año, del 16 al 22 de septiembre, realizando actividades para promocionar la movilidad sostenible y fomentando el desarrollo de buenas prácticas y medidas permanentes, que en muchos casos se quedan en efímeros intentos.
Cada año se busca un lema principal y el de 2019 es caminar y pedalear de forma segura.
EQUO, como partido verde en España, apoya e impulsa desde su inicio esta actividad, pero además, buscamos desde las diferentes instituciones, que se haga realidad su objetivo, y sean por fin, MEDIDAS PERMANENTES, las que nos permitan transitar hacia un modelo de transporte realmente amable y sostenible en el futuro inmediato.

Seguro le suena al lector el proyecto Madrid Central, la zona de bajas emisiones que el gobierno de la capital instauró en la anterior legislatura, y que regula la circulación y aparcamiento en el centro de la ciudad, dependiendo del nivel de generación de contaminantes de los vehículos.
Sin embargo lo que quizás el lector no sepa, es que la responsable de dicho proyecto fue mi compañera de EQUO, Inés Sabanés, concejala de medio ambiente en el gobierno de Madrid.
Esta medida es perfectamente extrapolable a cualquier municipio, tenga las dimensiones que tenga, e incluso en muchos municipios de dimensiones más reducidas que la capital de España, nuestra apuesta va en línea de crear espacios urbanos libres del tránsito de vehículos a motor, donde peatones y bicicletas tengan preferencia, generando ciudades más amables, menos ruidosas, donde las personas puedan pasar más tiempo, y por tanto el comercio local se vea favorecido mejorando sus ratios de venta. Es palmario, barrios peatonalizados aumentan las ventas del pequeño comercio en un 20%.

EQUO ha demostrado que sus propuestas las convierte en realidad allí donde ha tenido oportunidad de gobernar, como en Puerto Real la legislatura anterior, donde se pusieron en marcha Caminos al cole seguros y amables, cuya finalidad es promover y facilitar que niños y niñas vayan a la escuela caminando, de manera autónoma, sin necesidad de ser acompañados en coche y transitando por un itinerario seguro.
Además la localidad gaditana tuvo el honor de convertirse en 2016 en la primera Ciudad 30 de Andalucía, reduciendo la velocidad máxima permitida a 30 km/h en su casco urbano, mejorando con ello el nivel de ruidos, disminuyendo los gases contaminantes y luchando contra el cambio climático, reduciendo el riesgo de atropellos y dando una mayor fluidez al tráfico generando menos atascos.

Otra medida permanente que impulsamos es el proyecto Al cole en Bicibus, donde las AMPAS gestionan que el alumnado se desplace al colegio en grupos con sus bicicletas, reduciendo los repetidos atascos que se producen en las puertas de nuestros colegios a la hora de entrada y salida de la jornada escolar.


Añadir que no sólo el desplazamiento alternativo y sostenible, viene (ni vendrá), exclusivamente de la bicicleta, pues son muchas ya, las personas que disponen de vehículos de movilidad personal (VMP) eléctricos, y pocos los ayuntamientos que tienen regulado su uso.  Trabajamos para que se incluyan dichos vehículos en las Ordenanzas de tráfico, de uso de vías ciclistas, o bien en una ordenanza propia, pues sin duda, son parte del futuro modelo de transporte urbano, que debe basarse en una cuádruple alianza:

1.-A pie
2.-En bici y VMP
3.-Vehículo compartido
4.-En transporte público

Este último debe mejorar, y mucho, en nuestra provincia, no sólo en calidad del servicio y eficiencia, sino también en frecuencia de paso y precio.
Tanto los ayuntamientos como el Consorcio de Transportes, deben velar por traducir las reducciones de muchos costes sociales, ambientales y económicos, en el precio del billete, y ello aumentará exponencialmente su uso.
Hablamos de mejora en la salud de las personas y en el medio ambiente, aumento del empleo local en conductores y personal de mantenimiento, ahorro económico en la factura de importación de combustibles que no tenemos, ahorro energético y de emisiones de gases en línea con los acuerdos de París firmados por España para luchar contra el Cambio Climático.

Y por último, una de las medidas que irremediablemente siempre queda “aparcada”, generar en nuestras ciudades bolsas de parking, con lanzaderas de autobuses eléctricos con frecuencias de paso de pocos minutos, y redes de alquiler de bicicletas, incluido en el título de transporte.
A la vez, drástica disminución de espacios de aparcamiento en el resto de la ciudad, aumentando el espacio para peatones.
Estas medidas cerrarían el círculo virtuoso de todas las demás, porque existe un axioma, si no tienes expectativa de aparcar el vehículo en tu destino, buscarás medios alternativos de transporte.

martes, 31 de marzo de 2020

Ustedes dormían, nosotros soñábamos.


(Publicado en La Voz del Sur el 12 septiembre 2019)

Agradezco enormemente a La Voz del Sur, el hueco que me ofrece como columnista de opinión, ventana que abro hoy con la ilusión del que inicia un nuevo curso, sin saber cuan tortuoso será el camino, o que retos afrontará en cada recodo.
Como maestro de primaria, recuerdo esas mariposas en el estómago que nunca desaparecen ante el primer día de clase, cuando enfrentas el reto de aprender de tus nuevos alumnos, la misma cantidad de enseñanzas que intentarás inculcar, en un ejercicio educativo complejo y completo, que no siempre se consigue.

Quizás el titular de este primer artículo, resuene en la memoria de algún lector, sobre todo de aquellos que peinen canas y hayan sentido pasión por un deporte, que esta semana vuelve a estar presente en nuestros hogares, bares, charlas y corrillos, como es el Baloncesto y el mundial que se está disputando en China, que vuelve a ofrecernos la satisfacción de las victorias, que nuestra selección siembra cada semana, para volver a recolectar un metal que se ha convertido ya casi en una tradición.

Pero en los setenta no era así, nuestro nivel era mucho más humilde, hasta que una generación de jóvenes irrumpió casi de la nada, y en aquel lejano ya agosto de 1982, consiguió la primera victoria en partido oficial contra Estados Unidos en el mundial de Colombia, un partido que escuchamos por la radio, y leímos en la prensa, dado que la señal de TV simplemente no llegaba.

Y este titular, fue el que en diario As, el periodista Martín Tello, firmó en su crónica de tal hazaña, ya que por aquello del cambio horario, la madrugada era el horario habitual de aquellas batallas baloncestistas que nos engancharon a ese deporte de por vida.

Titular que podría servir en 2019, para explicar la realidad social y ambiental que afrontamos, y la falta de información veraz que aporte conocimiento, para poder siquiera intentar impulsar alternativas que nos den una oportunidad de solventar las diferentes crisis que cercenan los propios pilares de nuestra sociedad.
Muchos dormitan sin saber o sin querer conocer, unos pocos soñamos con hacer realidad las propuestas que cambien el rumbo de nuestra nave evitando el inminente impacto del que somos avisados por los abrumadores datos de informes científicos, y todos somos necesarios para conseguirlo.
Porque cuando tu casa está en llamas, se inunda, o un ser querido enferma, actúas ante dicha Emergencia de manera ágil y eficiente, no te quedas durmiendo.
Y estamos ante una Emergencia Climática, somos la primera generación en saberlo y la última en poder ponerle remedio.

Hoy mismo el diputado de EQUO en el Congreso, Juan López de Uralde ha solicitado que España declare la emergencia climática, como así hemos solicitado en el pleno de Rota, y ha sido aprobada nuestra propuesta por unanimidad en el pleno de Puerto Real.

Iremos desgranando propuestas en próximos artículos, que hagan frente al reto de esta emergencia, que a la vez es una oportunidad para vivir mejor, generando empleos dignos y de futuro, potenciar nuestros recursos naturales renovables y sostenibles, reducir los residuos y convertirlos en recursos, comarcalizar la producción de alimentos y bienes de consumo, mejorar la eficiencia y ahorro energético en la movilidad de personas y productos, cuidar de nuestros suelos, bosques y campos para mejorando su salud mejorar la nuestra, gestionar de manera eficaz el consumo de agua y cuidar de nuestros ríos, playas y zona litoral, todo ello desde las propuestas que la ecología política ya está desarrollando en muchos lugares de Europa.

Porque no hay planeta B, debemos cuidar el que tenemos, nos va la vida en ello.

miércoles, 13 de noviembre de 2019

Después del 10N, reflexiones y valoraciones de un candidato

Tras una corta pero intensa campaña electoral, llega el momento de realizar valoraciones desde varias perspectivas, geográficas, políticas y numéricas.

Iniciando por el ámbito más cercano, el de la localidad donde vivo, Rota, la valoración no puede sino ser positiva, dado que la ecología política sigue avanzando pasito a pasito gracias a la coalición Más País-Equo, y las propuestas que defienden la salud de las personas animales y medio ambiente crecen en apoyos, y ya son la apuesta de 280 personas en la localidad, a las que nuevamente agradezco la confianza depositada en nuestro colectivo verde, son casi el doble de los apoyos obtenidos en las elecciones municipales de Mayo de este año, última cita valorable al concurrir como EQUO, y no en la coalición Unidas Podemos, como en los comicios de abril.

A nivel provincial queda demostrado que los resultados no han sido satisfactorios, quedando lejos del reparto de escaños, aunque 11000 votos para ser la primera vez que Más País-EQUO concurre en la provincia, suponen casi el triple que la primera vez que en EQUO concurrimos a unas elecciones generales, en noviembre de 2011, cuando obtuvimos 4300 votos.

Igualmente extrapolable la valoración a nivel andaluz, donde la coalición verde se sitúa como la primera fuerza más votada que no obtiene representación, algo que ha ocurrido ayer en no pocas de las 18 provincias en las que la papeleta verde estuvo presente, que fue elegida por casi 600000 personas, y que por las paradojas de nuestro sistema electoral, el 51% del apoyo obtenido, no ha servido para la consecución de representación en el Congreso.

Seguramente de haber presentado candidatura en todas las circunscripciones, estaríamos hablando casi un millón de votos, y casi la misma representación obtenida, 3 escaños en total, dos por Madrid y 1 por Valencia, lo que vuelve a dar cuenta del injusto sistema de reparto de escaños que contempla nuestra ley electoral. Véase el ejemplo, con todos mis respetos por el gran trabajo realizado, de Teruel existe, que con menos de 20000 votos obtiene representación.

Además se demuestra a nivel nacional, como hemos advertido en la campaña, que la repetición de elecciones no resolvería las claves del entendimiento de un posible gobierno progresista. Queda constatado que no se puede depositar la esperanza en repetir elecciones para responsabilizar a la gente de lo que la clase política no es capaz de realizar. 

Si bien la caída y subida de unos u otros partidos de ambos bloques en número de escaños, no resuelve la ecuación, es cierto que la ultraderecha sigue avanzando posiciones, con el claro peligro que entrañan las formaciones políticas que apuestan por el miedo, la xenofobia y el odio como manera de entender la sociedad.

Espero que se haya aprendido la lección, y que se haga fuerte entre los partidos progresistas, el concepto de que mejorar la vida de la gente, animales y entorno natural, están siempre por delante de los intereses de las siglas, al menos así parece entreverse con la firma del pacto de gobierno entre PSOE y Unidas Podemos, 48 h después del proceso electoral, tras seis meses sin llegar a acuerdos, lo que demuestra la irresponsabilidad de unos y otros durante el verano de 2019.

Más País-EQUO estará siempre dispuesto a ello como repetimos en campaña, con los tres escaños conseguidos nuestros votos apoyarán que se pueda conseguir un gobierno lo más estable posible, aunque a fecha de hoy, las cuentas no salen en primera votación de la investidura, que requiere 176 votos favorables al candidato.

Quizás en segunda vuelta, que requiere más votos favorables que en contra, la posibilidad de conformar gobierno, tras la obtención del PP en Vizcaya de un diputado más en detrimento del PNV, puede ser la siguiente:

.- El bloque de centroizquierda, PSOE, UP, Más País-EQUO, PNV, PRC, BNG, CC y ¡Teruel Existe! lograrían 169 síes.
.- El bloque conservador, liberal y de extrema derecha, PP, VOX, C,s, NA+, junto a los nacionalistas catalanes JXCAT, vascos de EH-Bildu, y los anticapitalistas de la CUP obtendrían 168 noes.
.-Si los 13 diputados de ERC se abstuvieran como hicieron en julio, Sánchez sería investido presidente con un apretadísimo resultado de 168 noes frente a 169 síes, y 13 abstenciones.
Veremos como se materializan estos números en breve.

Para finalizar, en respuesta a los comentarios de muchas personas del entorno de Unidas Podemos, en cuanto a la división del voto en la izquierda por la libre y legítima concurrencia de la coalición verde a estas elecciones indicar que la candidatura de MásPaís-Equo-Compromís-Cha ha obtenido casi 600.000 votos en las 18 provincias en las que presentaba candidatura.
De un rápido cálculo observando los resultados, se deduce que si Más País-EQUO hubiese sumado sus votos a los de Unidas Podemos, con la salvedad de que es enormemente arriesgado afirmar que todos los votantes que han votado a Más País-EQUO estarían dispuestos a votar a Unidas Podemos, el resultado en las 18 provincias es el siguiente:

En Madrid Podemos obtuvo 6 diputados en abril, y ahora se queda en 5 y Más País aporta 2, mejorando la suma por separado.
En Alicante la suma de ambas formaciones obtendría un escaño más del único obtenido ahora por Unidas Podemos.
En el resto de provincias la suma no aporta escaño extra, aunque en Cádiz, Málaga, Barcelona y Bizkaia queda cerca de obtenerse, en el resto de circunscripciones, Granada, Sevilla, Zaragoza, Las Palmas, Tenerife, Castellón, Valencia, Coruña, Pontevedra, Baleares, Asturias y Murcia, queda lejos.

Es decir, en una de las 18 provincias hubiese habido un mejor resultado conformando una sola papeleta, obteniendo un escaño extra, aunque en otra, Madrid, el resultado mejora la concurrencia por separado, por lo que creo que queda demostrado objetivamente, que entre lo que se escribe y se cuenta, y la realidad, suele haber un enorme océano de demagogia.

En vez de buscar las respuestas en el voto unificado y útil, mejor le vendría a la coalición Unidas Podemos, donde encuentro gran número de compañeras y compañeros muy válidos, honestas y trabajadoras, buscar los motivos de la bajada de votos de su formación en otras costas, y no en las playas de sus adversarios más cercanos, de hecho en las provincias donde Más País-EQUO no presentaba papeleta, puede comprobarse que Unidas Podemos pierde más de un punto porcentual de media, lo que demuestra claramente que la bajada de voto en Unidas Podemos no es achacable a Más País EQUO.