INDIGNADO ACTIVISTA, REBELDE SOLAR Y RADICALMENTE DEMOCRÁTICO

viernes, 27 de noviembre de 2015

El futuro pertenece a quienes creen en sus sueños

Luchar por un sueño no es fácil,no.
Luchar por una utopía, propuesta que aparece irrealizable al formularla, pero posible y deseable que ocurra, menos aún.
Lo que ya es imposible, luchar por una quimera, ya que la propuesta se formula posible o verdadera, no siéndola.
Me quedo de las tres la segunda, porque durante esta semanas de actos contra el Cambio Climático por toda Andalucía, he escuchado defender con vehemencia y rigor, muchas de las mal llamadas propuestas utópicas, que empiezan a ser posible que ocurran.

Desde alcaldes electos, diputadas autonómicas, especialistas en energía, organizadores de grupos de consumo de alimentos ecológicos, presidentes de cooperativas eléctricas, catedráticos de universidades, trabajadores medio ambientales, concejales con delegaciones tan complicadas hoy día como servicios sociales, técnicos de la agencia andaluza de la energía, profesores de arquitectura, autónomos en pymes de todo tipo, estudiantes de Ciencias del Mar, Derecho, Economía, Ciencias Medio Ambientales, funcionarios de la administración de todos los niveles, local, diputación, autonómico y de todas las edades, jubiladas, jóvenes, con hijos, solteros, casados y de toda condición económica, han coincidido en que el tiempo se acaba.
Somos la primera generación en reconocer, que el mayor de los problemas al que nos enfrentamos se llama CAMBIO CLIMÁTICO y que las soluciones, BIEN LLAMADAS UTÓPICAS, son posibles y deseables que ocurran.

Porque resuelven la ecuación de la falta de empleo, transformando el tejido productivo de la sociedad, hacia fuentes de empleo verde, digno, sostenible y de futuro para las siguientes generaciones.
Porque confrontan una lacra socio-económica, producto del capitalismo neoliberal, la concentración de riqueza en unos pocos a costa de todas.
Porque permite recuperar derechos básicos perdidos y la gestión de los recursos esenciales para la vida de manera comunitaria y no privada. Agua,alimentos,salud,educación y energía no pueden estar en manos de unos pocos que nos roban el futuro.
Porque vuelve a dar sentido al SER por encima del TENER.
Porque cuida de aquellas que necesitan ser cuidadas,y nadie queda excluido,porque todas somos parte de una misma estructura social, la HUMANA.
Porque en definitiva, somos la última generación en tener la llave, para solucionar el caos, barbarie y abandono, al que nos quieren llevar esos pocos por puro egoísmo entre humanos, entre especies y entre generaciones.
A veces lloro sí,pero no por ser débil, sino porque estoy cansado de ser fuerte, y en esos momentos, las manos amigas de las que acompañan mi viaje, reconfortan.

CERRAR LOS OJOS ANTE LA NATURALEZA SOLO NOS HACE CIEGOS EN UN PARAÍSO DE TONTOS

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