Esta semana he participado en el Parlamento Europeo en Bruselas, en dos jornadas, una sobre la Política Energética Europea y española y otra sobre Agricultura y Ganadería Sostenible.
Temas principales y primarios, que vertebrarán el nuevo modelo social en el futuro.
Energía y alimentación (junto con el agua), son DERECHOS básicos que no debemos permitir sigan mercantilizados, maximizando multimillonarios beneficios a unos pocos, sino auditados de manera pública, transparente y continuada, para establecer un justiprecio que permita a TODAS disfrutar de dichos servicios esenciales para la vida, que a su vez permita vivir dignamente a quienes lo gestionan desde lo privado, distribuyendo por tanto la riqueza y creando un modelo de colaboración entre productores y demandantes del producto.
Y si se gestionase desde entidades públicas, revertir dichos beneficios razonables, en la mejora de las redes de distribución de los tres bienes esenciales.
Política Energética
De los acuerdos a los que se llegue en la COP21 de París , desde el próximo 30 de noviembre, dependerá el modelo de justicia medio ambiental para todas las personas del Planeta.
Desde el Grupo Verde Europeo proponemos para 2030:
.- Reducción de emisiones de gases efecto invernadero, del 60% con respecto a 1990.
.- Un 45% de producción total de energía con renovables.
.- Un 40% de ahorro en el consumo a través de eficiencia energética.
Desde el Grupo Verde Europeo proponemos para 2030:
.- Reducción de emisiones de gases efecto invernadero, del 60% con respecto a 1990.
.- Un 45% de producción total de energía con renovables.
.- Un 40% de ahorro en el consumo a través de eficiencia energética.
Estas premisas conllevarán una democratización de la energía, convirtiendo a los que ahora somos CLIENTES CAUTIVOS en PROSUMIDORES, es decir, productores y consumidores de nuestra propia energía.
A través de nuestra instalación solar fotovoltaica + la energía adquirida desde la red eléctrica, a través de cooperativas de energía renovable, nuestro suministro continuado no se verá afectado en modo alguno, y contribuirá a conseguir las propuestas mencionadas.
Sin olvidar que el ahorro en el consumo, a través de la eficiencia energética, nos hará vivir mejor con menos.
Decrecer es bueno, saludable a nuestros bolsillos, mejora la calidad del aire que respiramos, las tierras de las que nos alimentamos y el agua que bebemos, al tener que producir menos contaminantes, como diariamente emiten a la atmósfera, a nuestros suelos y a nuestros ríos y mares, la actual producción energética basada en combustibles fósiles y uranio.
A través de campañas de educación, es no sólo posible, sino indispensable, reducir nuestro consumo para iniciar el proceso de transición a un mundo 100% renovable.
Y todo ello creando EMPLEO, sobre todo en el sector más castigado por la BURBUJA inmobiliaria, el de la construcción. Realizando paralelamente políticas de rehabilitación energética en los edificios, conseguiremos minorar aún más nuestro consumo, lo que nos lleva a un círculo virtuoso de reducción de emisiones, reducción de nuestras facturas familiares, reducción de nuestras importaciones de combustibles fósiles y uranio como país, en definitiva, dinero público y privado, que tendremos a disposición para seguir este bucle sin fin de mejora de la calidad de VIDA para todas las personas, y creando un sistema de colaboración entre todos con un mismo objetivo cercano, plausible y urgente:
LA DESACELERACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Agricultura y Ganadería Sostenible
Escuchar a agricultores y ganaderos decir que trabajan porque aman la tierra en la que vivieron sus padres y abuelos, perdiendo dinero cada año, es cuando menos doloroso para el alma.
Los datos son los siguientes:
.- La P.A.C. (Política Agraria Común) dota anualmente de 5000 mill de euros en ayudas al sector.
.- 900.000 perceptores de dichas ayudas, de los cuales están dados de alta en el I.A.E. agrícola (Impuesto de Actividades Económicas) 300.000, de los que sólo un porcentaje recoge la cosecha.
Esto significa que más del 80% de las ayudas, no van destinadas a ayudar a los agricultores que nos alimentan, sino a personas que o bien tienen la tierra en baldío (600.000) , o bien se recibe la subvención para plantar, pero no merece la pena recoger el alimento por los costes que conlleva en relación al precio del producto.
Es un círculo vicioso en el que a más ayudas, más cosechas, menos precio de las mismas en el mercado (sobreoferta), y por tanto, más pérdidas para el agricultor.
Esto ocurre por la mercantilización de los alimentos, una política errónea de dotación de subvenciones y una nula fiscalización de las mismas por parte de la Comisión Europea.
Muchas multinacionales incluso prefieren no recoger 9 de cada 10 terrenos cultivados para que el precio del alimento suba en los mercados y les sea rentable la ecuación económica, con sólo cosechar un terreno.
Es inadmisible, inmoral y falto de todo sentido común, el uso de las subvenciones con nuestro dinero, para mantener un estatus a unos pocos, mientras millones de personas en el mundo no tienen comida para alimentarse.
No es de extrañar por tanto, que se abandonen las tierras. Pero ello trae consecuencias:
.- ¿Quién es responsable de gestionar el territorio que se abandona? ¿Ayuntamientos, Comunidades Autónomas? ¿Estado español? ¿Europa?
.- Dicho abandono de actividad genera despoblación en las áreas rurales, pérdida de empleos locales, disminución de los servicios de salud, envejecimiento de la población rural, cierre de escuelas públicas.
.- Peligro de incendios forestales, acumulación de basuras y contaminantes, deterioro de la biodiversidad, aumento de plagas, erosión de las tierras.
Todo ello afecta negativamente a los agricultores que siguen manteniendo su actividad, y a sus familias, resultando que en el futuro cercano, puede que abandonen las suyas también.
La ecología política dicen que es subversiva, porque cuestionamos el imaginario capitalista, rechazando el motivo principal de su existencia: Aumentar sin cesar la producción y el consumo.
Esta lógica es autodestructiva en sí misma y no tiene más recorrido que mantener el estatus de aquellas personas que se lucran con ello.
La dilapidación de los recursos naturales así como la destrucción de los seres humanos, transformados en animales productores y consumidores de su mismo espacio vital y de sus propios medios de vida, es sencilla y físicamente imposible en un Planeta finito.
Destruir lo que nos da la vida, es una crueldad sistematizada a escala masiva, y si tiene éxito (al menos hasta ahora), es porque muchas personas están dispuestas a mirar hacia otro lado y no al frente, y con las ideas y la cabeza bien alta.
¿Tú miras hacia otro lado, o te unes para enfrentar y confrontar el problema y las soluciones?
EL FUTURO SERÁ VERDE O NO SERÁ
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