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miércoles, 21 de febrero de 2018

Bono Social Eléctrico, ¿truco o trato?

Con la entrada en vigor en octubre de 2017 del Real Decreto 897/2017 cambian los requisitos para tener derecho al Bono Social eléctrico.
No voy a pararme en reflexionar por los requisitos anteriores, que pueden distraer al lector, simplemente indicar que el derecho a percibir el anterior bono social según la potencia contratada en la vivienda (inferior a 3Kw), era injusto socialmente, ya que muchos beneficiarios de la ayuda la disfrutaban en segundas viviendas (aunque debía constar ser la vivienda habitual) en las que contrataban poca potencia, la justa para residir en meses que no requieren de calefacción, apoyados en el gas para agua caliente sanitaria.

Entonces, ¿el nuevo Bono Social es justo?

Vamos a desgranar las opciones.

En primer lugar para tener derecho al Bono Social tienes que estar en el mercado regulado en la tarifa PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor), es decir, que si por algún motivo cambiaste a comercializadora en el mercado libre, debes primero regresar a las comercializadoras de referencia, sí, las del Oligopolio Eléctrico que son quienes legislan en realidad, para sus propios intereses:



Empezamos a vislumbrar que no es tan justo, ya que para acceder a los descuentos, sólo puedes elegir 5 comercializadoras de los cientos que existen.

En segundo lugar, para tener derecho al Bono Social debes ser titular del contrato en tu vivienda habitual, y una potencia contratada menor de 10 Kw.

En tercer lugar, se mantiene el descuento sólo en la parte variable de la factura, es decir, en el consumo eléctrico, dejando fuera del descuento la parte fija de la factura, es decir, el abono de la potencia contratada. Teniendo en cuenta que este último parámetro ha sufrido considerables subidas en los últimos años, supone de facto que aproximadamente el 60% de la factura (dependiendo del consumo puede ser incluso mayor el porcentaje, sobre todo y paradójicamente, en familias que ahorren energía y tengan consumos bajos) no entra en los descuentos del Bono Social. 
Por tanto, se puede decir claramente que el nuevo Bono Social no es justo medioambientalmente, porque no tiene en cuenta el ahorro en el consumo ni la eficiencia energética. 

En cuarto lugar, se establecen tres categorías de clientes para el cálculo del Bono Social:
 cliente vulnerable, vulnerable severo y vulnerable severo en riesgo de exclusión social.

En todos los casos el nuevo Bono Social establece novedades con respecto al anterior; la primera, tiene en cuenta el nivel de rentas de la unidad familiar para establecer la categoría del cliente que lo solicita, en segundo también tiene en cuenta la composición de dicha unidad familiar, si es una persona que vive sola, en pareja, pareja con hijos, familia numerosa, pensionista del Sistema de la Seguridad Social, e incluso tiene en cuenta circunstancias especiales que aumenten la vulnerabilidad, como son, discapacidad mayor o igual al 33%, ser víctima de violencia de género o ser víctima de terrorismo.

Estas premisas entran dentro de la justicia social que se le supone a un bono con dicha característica principal, y resulta mejor parámetro ponderador que el simple hecho de la potencia contratada en la vivienda, pero tiene sus contrapartidas.

La primera, el papeleo a todas luces excesivo para realizar la solicitud.
El trasiego por las administraciones de justicia, hacienda, ayuntamiento, servicios sociales locales o autonómicos, seguridad social, se convierte en un "vía crucis" obligado para la persona que quiera solicitar el Bono Social.

La segunda, el Bono Social contempla límites de consumo, a partir de los cuales no se obtiene ningún descuento, tanto en el cliente vulnerable, como en el vulnerable severo, teniendo ambas categorías profundas diferencias en el nivel de rentas.
Tampoco ayuda a la justicia social que se le supone, aún teniendo en cuenta la unidad familiar para el cálculo del consumo máximo bonificado, porque excluye otros tipos de energía que un cliente pueda tener en su hogar, gas para cocinar o producir agua caliente sanitaria, chimenea de biomasa o pellets...

Esto profundiza la desigualdad del Bono Social eléctrico, dado que el consumo no es el mismo, si la cocina, calefacción y el agua caliente sanitaria funcionan por ejemplo con gas, que tener todos los sistemas de consumo eléctricos, dándose el caso que una familia no supere los consumos bonificados, y otra los supere claramente, en función de las diferentes energías que llegan a su hogar.

Además, al no existir ningún bono social para esos otros tipos de energía consumibles en un hogar, puede ocurrir el escenario en el que las familias opten por la electricidad como único recurso energético en su hogar, sin tener la instalación correctamente preparada, e incluso en este caso, teniendo que subir la potencia contratada en la vivienda, que como ya he indicado, es la parte fija de la factura que no entra en el descuento del Bono Social, y además en porcentaje, es la parte más cara que pagamos.

A continuación unos cuadros resumen de las diferentes clases de clientes, según nivel de rentas, unidad familiar, situaciones especiales, porcentaje de descuentos y máximo consumo bonificado en cada caso.

       CLIENTE VULNERABLE


                                                         CLIENTE VULNERABLE SEVERO


Y finalmente los clientes vulnerables severos en riesgo de exclusión social, que son aquellos clientes vulnerables severos que están siendo atendidos por los servicios sociales de una Administración autonómica o local que financie al menos el 50% del importe de su factura. Estos clientes no sufrirán cortes de luz por impago de facturas y obtendrán un 40% de descuento sin límite máximo de consumo bonificado.


Así que ya sabes, para solicitar el nuevo Bono Social debes tener contratada la tarifa PVPC, en una de las cinco comercializadoras de referencia, recorrer varias administraciones que certifiquen toda tu situación económica, familiar, social, rellenar el impreso de tu comercializadora y enviarlo por fax, correo postal, en las oficinas, por correo electrónico o a través de la web, para obtener el descuento del 25 o 40 %, sólo en la parte variable de tu factura, y por los consumos máximos que establezca tu categoría de unidad familiar.

Si finalmente eres considerado consumidor vulnerable, debes saber que el 25% de los primeros 100 Kw al mes consumidos, máximo consumo bonificable si vives sólo o con pareja sin hijos, es el descuento que te van a aplicar, 25 X 0,125 euros el Kw (precios medios de febrero 2018 en la tarifa PVPC sin discriminación horaria), o sea 3,13 euros de descuento mensual (+ impuestos).

Y el Bono Social debes renovarlo, cumpliendo todo este proceso, cada dos años...










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